"(...) Finalmente, rubricado el acuerdo sabemos que, aunque nominalmente es la
Comisión la que se endeuda, el préstamo no lo devolverá ésta sino los
estados vía aportaciones a la UE, lo que es en realidad un nuevo rescate
encubierto a la Banca Europea.
La Comisión pedirá dinero en los
mercados, no al BCE, como podría hacer, ahorrando intereses. Los 750.000
millones de euros tendrán, por otra parte, la mejor calidad crediticia,
serán del tipo AAA, un auténtico “chollo” para el sistema financiero
europeo. (...)
Lo que queda claro es que el Plan de Recuperación es un proyecto que
beneficia esencialmente a la gran banca europea y a las economías del
Norte. La situación de las instituciones financieras del continente es
muy difícil (desde el 2009 han sido rescatadas 61 entidades); la
situación del Deutsche Bank (el gran banco europeo y alemán) es muy
delicada y necesita fuertes inyecciones financieras. El plan de rescate
europeo contempla también esta realidad.
Para conseguir los famosos
750.000 millones del Plan de Recuperación para Europa se recurrirá a los
bancos privados, que lo financiarán. Ese dinero que se devolverá en un
plazo máximo de 40 años (2058) se hará con los intereses
correspondientes y a su vez será proporcionado por el Banco Central
Europeo a un interés inferior a 0. Es una muestra más del sinsentido
económico.
Europa, como hemos dicho, podría haberse financiado
utilizando el BCE con condiciones netamente ventajosas, pero eso era
quitarle un jugoso caramelo a la gran banca y dentro de ella, cómo no, a
la propia banca alemana. (...)" (Eduardo Luque , El Viejo Topo, 04/08/20)
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