Pero Internet no es sólo un canal para proveer servicios, es una plataforma desde la que, organizaciones y ciudadanos, pueden crear conocimiento, colaborar y comunicarse globalmente. Su carácter abierto es esencial para entender su impacto e interés social y económico.
La única forma de asegurar la sostenibilidad de este diseño abierto es la neutralidad de la red, de modo que todo tipo de contenidos y sitios reciban el mismo tratamiento. En esta "visión infraestructural", Internet es una plataforma sobre la que se construyen las redes sociales, los mercados y el sistema económico y es, por tanto, de interés público. Gracias a que Internet es una plataforma neutral es posible que cualquier ciudadano cree contenidos y los difunda en la red sin tener que utilizar a medios de comunicación corporativos como intermediarios.
Es revelador el debate que alrededor de la neutralidad de la red ha sucedido en la campaña electoral norteamericana. John McCain considera a Internet como un producto, más que como un servicio o infraestructura, que puede ser proporcionado por el sector privado con una mínima intervención pública. En su experiencia como senador se ha posicionado ya entre los que no apoyan la neutralidad.
La posición de Barack Obama es diametralmente opuesta. Para Obama, el carácter abierto de Internet es esencial para entender su impacto e interés y económico. Por ello, su estrategia política se basará en la protección de este diseño abierto abogando por la neutralidad de la red, de modo que todo tipo de contenidos y sitios reciban el mismo tratamiento. Tim Wu resumía la confrontación entre ambos candidatos mediante una metáfora: para el candidato demócrata la red es una carretera (a la que todo el mundo tiene acceso), mientras que para el republicano sería un automóvil (del que sólo podemos disfrutar si podemos permitírnoslo)." (JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA: ¿Existe la neutralidad tecnológica?. El País, ed. Galicia, Opinión, 13/11/2008, p. 32)
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