R. En los bancos, sin duda. Pero no son los únicos. Yo diría que Alan Greenspan también tiene una responsabilidad capital: él era el banquero central de EE UU, y su política monetaria y la política económica durante su mandato han desempeñado un papel muy significativo en esta crisis. Incentivaron el sobreendeudamiento, el apetito desmesurado por el crédito en un periodo de exuberancia con montones de especulación y de fácil acceso al crédito, que han resultado muy perniciosos. (...)
P. ¿Están funcionando los planes de rescate?
R. Probablemente hayan ayudado a prevenir un completo colapso. Pero no están funcionando en el sentido de restaurar la confianza y detener la espiral negativa en la que se han metido también las fuerzas de la economía real. Lo de dejar caer Lehman Brothers fue un error garrafal de política económica. El mundo cambió drásticamente ese día. Todo el esfuerzo público desde entonces se ha orientado a resguardar a los bancos del colapso. Eso se ha logrado en parte, pero los planes no han tenido éxito en solucionar la crisis de confianza, ni han impedido el aterrizaje forzoso de nuevos bancos, ni en el objetivo de fijar el fondo de esta recesión... (...)
P. España sufre la crisis global, pero tiene sus propias dificultades. ¿Qué le augura a la economía española?
R. El final del ciclo inmobiliario ha sido abrupto, se trata de uno de los países que más han sufrido junto con Estados Unidos, el Reino Unido, Irlanda o Australia. Va a llevar tiempo salir de ésta. Porque además de los problemas financieros que se derivan del pinchazo inmobiliario, la economía real tiene que reorientarse desde el fuerte peso de la construcción hacia un modelo con nuevas exportaciones. Se abre un periodo de serias dificultades. (JEFFREY SACHS: "No va a ser tan duro como la Gran Depresión". El País, Negocios, 04/01/2009, p. 7 )
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