Mucho más de lo que los mercados financieros esperaban, ya que, con eso, el conjunto de los países del sur de Europa ha satisfecho el 90% de sus planes económicos para el próximo año. Ninguno de los PIIGS tiene dificultades a la hora de colocar en los mercados para sus emisiones de deuda- Al contrario.
Todas las emisiones se han encontrado un enorme entusiasmo suscrioptor. Los bonos del Estado español a diez años se vendieron como rosquillas, y aun a un interés claramente más bajo –concretamente: del 4'1%– que los anteriores. El primer ministro Zapatero puede sonreír: la agencia de rating japonesa JCR los ha premiado con la mejor nota, AA, de modo que la diferencia de interés de los bonos españoles en comparación con los alemanes baja de manera apreciable. (...)
Gracias a la crisis de deuda se siguen ampliándose en la eurozona las diferencias entre los países miembros. Por no decir nada de los especuladores alemanes con la crisis: Francia, por ejemplo, con una deuda igualmente elevada, tiene motivos para estar satisfecha. Nunca, en 200 años, habíamos podido tomar créditos a unos intereses tan bajos como éstos, se oye desde el ministerio de finanzas francés. Desde comienzos de año, el país ha podido endeudarse a cinco y a diez años a una tasa promedio del 2,6%; en 2008, el promedio era de 4'1%.
A pesar de los bajos intereses ofrecidos, los inversores compran como posesos esa deuda pública. Nada es tan deseado como los bonos con calificación AA de los Estados francés o alemán. Allí va a parar la masa de dinero que no quiere arriesgar en la igualmente frenética competición actual en los mercados de materias primas." (Sin Permiso, 17/10/2010, 'Los mejores clientes que cabe tener' de Michael R. Krätke)
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