"La progresividad fiscal se diluyó, los
programas de carácter universal se redujeron y los sindicatos fueron
debilitados como consecuencia de intervenciones públicas (tales como la
desregulación de los mercados laborales) que determinaron, de nuevo, una
enorme concentración de las rentas, alcanzando su máximo de nuevo en el
año 2008, cuando poseyeron de nuevo el 28% de la renta nacional.
Esta
enorme concentración de las rentas creó un problema económico mayor.
Esta concentración se consiguió a base de la reducción de las rentas del
trabajo, creando con ello un problema de demanda de mayores
proporciones.
Como había ocurrido en los años veinte del siglo XX, la
polarización de las rentas en aquel momento causó la Gran Depresión, de
una manera semejante que ahora esta concentración ha originado la Gran
Recesión.
Este 1% de la población es el que
consigue sus ingresos predominantemente de las rentas del capital y
tiene un enorme poder financiero, empresarial, mediático y político,
pues controlan los medios de financiación, de producción, de información
y difusión, con la complicidad del Estado, cuyas políticas han
facilitado tal concentración.
De ahí que el movimiento Occupy Wall
Street en EEUU los señale, con razón, como los responsables de la crisis
financiera y económica. (Es interesante subrayar que es un indicador de
la enorme influencia mediática y política de los súper ricos que la
concentración de las rentas y de las riquezas como causa de la Gran
Recesión apenas aparece en los medios). (...)
Ahora bien, hay que concienciarse de que
por mucho poder que tenga este 1% (y lo tiene, y mucho), su poder se
apoya en una parte de la sociedad (otro 9%) cuyas rentas dependen de la
existencia de este 1%. Es decir, el 1% es parte del 10% de renta
superior que consigue amplios beneficios de esta concentración de la
renta.
Este 10% controla hoy el 52% de toda la renta de EEUU, habiendo
seguido una evolución semejante que la del 1% descrito anteriormente. En
1928 tenía el 52% de la renta. Bajó hasta el 32% en 1978, para subir de
nuevo al 52% en el 2008.
El problema, pues, no se limita al 1%,
sino al tope 10%, que incluye a los profesionales al servicio del
sistema financiero, económico y mediático del país y de cuyos servicios
obtienen enormes beneficios.
Entre este 10% están todos los que dirigen
las instituciones reproductoras del sistema financiero, económico y
mediático, y cuyo poder de reproducción de valores y promoción de
imágenes (como es la promoción de la postura de que no hay alternativas a
las que el establishment propone) es vital para la permanencia del
sistema.
Hoy tales instituciones tienen un dominio sobre el Estado y una
hegemonía sobre los aparatos culturales e ideológicos que facilitan tal
control. De ahí que, aún cuando los que “mandan” en la sociedad son
sólo un 1% de la población, este mando no puede ocurrir sin este otro
9%, sumando un 10% que no va a ser fácil de cambiar.
Ahora bien, hay que ser también
conscientes de que la gran mayoría de la población hoy sabe quiénes son
los responsables y su movilización puede forzar este cambio." (Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 12 de abril de 2012, en www.vnavarro.org, 12/04/2012)
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