"Una de las motivaciones que han definido las políticas de austeridad
impuestas por el gobierno alemán de la canciller Angela Merkel a Grecia
ha sido la de penalizar a este país por su comportamiento, considerado
por tal canciller como irresponsable, al vivir por encima de sus
posibilidades, con un Estado supuestamente derrochador, atributos de una
sociedad enferma e inmoral.
La mentalidad que hay que “castigar a
Grecia” ha sido dominante en el establishment financiero, económico y
político alemán, reproducido a través de sus medios de información de
mayor difusión, que contienen, todos ellos, artículos, reportajes y
páginas de opinión claramente anti-Grecia, reproduciendo estereotipos
insultantes para la mayoría de las clases populares de aquel país.
El
griego “vago” y “dependiente del Estado” financiado por la ayuda alemana
través de fondos públicos alemanes, se ha convertido en una imagen muy
común de los medios alemanes con mayor capacidad de persuasión entre su
población.
Invito al lector que no se crea lo que estoy diciendo a que
ojee los diarios alemanes de mayor tiraje y busque artículos que hagan
referencia a Grecia, y verán que raramente aparecen imágenes o
narrativas que sean mínimamente objetivas o equilibradas en su
reportaje.
La gran mayoría de artículos son condenatorios del Estado
griego y de su población. (...)
Lo que Keynes aconsejó al Primer Ministro británico Lloyd George, fue
lo que se hizo después de la II Guerra Mundial (y que se tenía que haber
hecho después de la I Guerra Mundial): perdonarle a Alemania más de la
mitad de la deuda pública, deuda que Alemania, debía a los vencedores
(que eran los mismos que ganaron la Primera Guerra Mundial), a fin de
ayudar a la reconstrucción de aquel país.
Detrás de tales medidas había
el acertado supuesto de que no se podía condenar a todo un pueblo por
los errores y malas prácticas políticas y económicas de sus
establishments. (...)
Este supuesto se podría aplicar también a Grecia, país que ha estado
gobernado por unos establishments de ultraderecha por la mayoría del
tiempo desde el final de la II Guerra mundial.
Las políticas corruptas,
responsables de unos Estados altamente represivos y con escasa
sensibilidad social, fueron realizadas por sus clases dirigentes griegas
apoyadas precisamente por las clases dirigentes alemanas.
El enorme
endeudamiento del Estado griego, basado en parte en la escasez de
recursos (generada por un enorme fraude fiscal por parte de los
componentes de su clase dirigente) y en unas políticas fiscales
enormemente regresivas, con unos gastos militares (aproximadamente el
30% de su presupuesto público) totalmente hiperbólico, se realizó con el
apoyo del capital financiero alemán y estadounidense.
Es más, la banca
Goldman Sachs jugó un papel importante en la creación de la deuda
pública, su ocultación y, más tarde, su especulación. El establishment
alemán estaba involucrado en las políticas llevadas a cabo en Grecia,
que condujeron directamente al mal llamado “problema de la deuda pública
griega”.
Y la banca alemana fue la que financió la expansión del gasto
militar en Grecia (ver mi artículo “Lo que no se dice sobre Grecia”,
publicado en mi blog www.vnavarro.org el 28.03.12). ¿Dónde está la
crítica de la supuesta moralista Angela Merkel de los banqueros de su
país, que se beneficiaron enormemente del comportamiento irresponsable e
inmoral de la clase dirigente griega?
Y, ¿cómo es que la prensa del
establishment alemán está tan silenciosa sobre el papel central que el
capital financiero, incluido el alemán, jugó en crear “la crisis de la
deuda pública griega”? El pueblo griego no se benefició de aquellas
políticas. Fue la burguesía financiera alemana la que se benefició. (...)
Lo que se llamaba antes la burguesía financiera alemana jugó un papel
clave en la creación del problema de la deuda pública griega, lo cual
hizo con la activa colaboración de la burguesía griega, corrupta,
reaccionaria y represiva, perjudicando así tanto a las clases populares
griegas como a las clases populares alemanas, pues el dominio de la
burguesía financiera sobre el Estado alemán ha sido responsable de las
políticas de bajos salarios y escasa demanda, exportando el capital en
lugar de invertirlo en el propio país, Alemania, y así aumentar su
demanda doméstica, lo cual hubiera estimulado la economía alemana y a la
europea a la vez.
De esto sin embargo, apenas se habla en los medios de
mayor difusión alemanes y españoles." (Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 9 de abril de 2012, en www.vnavarro.org, 09/04/2012)
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