"Es sabido que los hogares en las que todos sus miembros están
desempleados suben de forma imparable: este número aumentó cerca de un
10% en un trimestre y casi un 25% en un año. Ya alcanza los 1.7 millones.
Sin embargo, como mostramos a continuación, la proporción de hogares
que no tienen acceso a empleo o a subsidios es constante a lo largo de
la crisis, y no ha aumentado a pesar de la enorme subida del paro.
La
red de seguridad parece funcionar a pesar de la presión gigante. Eso sí,
con un pero: los hogares que perciben prestaciones, subsidios o
pensiones han superado, en más de 400.000, a los que no lo perciben.
Desde el inicio de la crisis, el porcentaje de hogares sin empleados (es
decir, sumando los que tienen a todos sus miembros desempleados o
inactivos) ha aumentado unos 8 puntos porcentuales, situándose ya en
cerca del 36% del total de hogares.
Esto a pesar de que, según la EPA, desde el primer trimestre de 2009,
el número total de hogares ha seguido creciendo, pero a ritmo muy
inferiores al período pre-crisis: 424 mil en tres años, por 1,38
millones en los tres años anteriores, muy probablemente por los efectos
de la crisis sobre la inmigración, la emancipación de los jóvenes y los
matrimonios.
Sin embargo, la red social funciona. A medida que caen los hogares
con empleo y sin prestación subsidio o pensión, hay un aumento paralelo
de los hogares sin empleados pero con prestación subsidio o pensión. El
número clave para nuestra sociedad es la línea roja del gráfico más
abajo, que muestra una sorprendente estabilidad a pesar de la enorme
presión del desempleo creciente.
Finalmente, el riesgo. Como se puede ver en el Gráfico 3, el número de
hogares en los que al menos algún miembro percibe algún tipo de
prestación, subsidio o pensión (en adelante, p.s.p) ya supera
nítidamente los hogares sin perceptores. En este último trimestre, la
diferencia se situó en unos 450 mil hogares.
La red funciona, pero está estirada al límite." (Nada es gratis, 24/04/2012)
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