"Laila Debboun tiene 23 años y es marroquí. No tiene los papeles en
regla, nunca ha cotizado a la Seguridad Social, ni tampoco ha tenido
tarjeta sanitaria, aunque reconoce que “siempre” la han “atendido”
cuando ha necesitado atención médica.
Pero ayer fue distinto. Llevaba
todo el día con fuertes dolores de espalda y decidió acercarse al Centro
de Salud de Lavapiés, en el centro de Madrid. Lo que le ocurrió a esta
joven es un adelanto de lo que le puede pasar a muchos sin papeles tras
la entrada en vigor del nuevo decreto ley que deja sin asistencia
sanitaria a los inmigrantes sin permiso de residencia.
A base de
quejarse, Debboun consiguió que la viera un médico. Pero ahí acabó su
periplo. “Cuando le expliqué que me dolía la espalda me dijo que no me
podía recetar nada antes de hacerme unas placas y que me costarían 60
euros y no los tengo”, comenta indignada.
Debboun se quedó embarazada hace cuatro años y decidió, a pesar del
abandono del padre de su hija, seguir adelante y ser madre soltera. Ella
nunca ha trabajado y depende directamente de sus padres, que le cubren
las necesidades básicas.
“Nunca antes había tenido que pagar nada al
médico. Y ahora, ¿cómo lo voy a hacer? ¿Y cuando la niña se me ponga
mala?”, exclama agitando los brazos. Su amigo Soleiman, que la ha
acompañado a la consulta, intenta consolarla.
El ejemplo de Leila responde a lo que van a tener que enfrentarse de
ahora en adelante los inmigrantes sin papeles en las comunidades que van
a aplicar a rajatabla el real decreto ley de abril (todas las
gobernadas por el PP menos Galicia y Castilla y León)." (El País, 03/09/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario