Purificación Flores
"El Obispado de Ciudad Real
ha desahuciado de su piso a una familia de nueve miembros, incluidos
cinco menores. Desde este miércoles viven en el portal del edificio, en
la calle Libertad, con el temor de que los servicios sociales se lleven a
los niños, de entre cinco y 13 años.
Purificación Flores, la abuela, explica que la familia dispone de
escasos ingresos, procedentes de dos pensiones de invalidez, y se queja
de que el administrador de la propiedad, sacerdote, no ha tenido piedad
de su mala situación económica, a pesar de que le propusieron pagar
"poco a poco" la renta, de 450 euros mensuales por un piso de cuatro
habitaciones.
"En enero empezaron a irnos las cosas mal. Escribí una carta al
obispo, estaba confiada en que iba a hacer algo. Cuando fuimos a ver al
administrador de la vivienda, el cura nos recibió en la puerta",
recuerda Flores, que vivía en el piso desde el noviembre pasado con su
marido, jubilado, dos hijos y cinco nietos. La mujer, de 59 años, llora
al teléfono mientras explica que se ha hecho cargo de los niños desde
que nacieron.
"No tengo ni para pagarme una pensión", asegura. Según
Flores, los únicos ingresos que entran en la casa son los 300 euros
mensuales que cobra uno de sus hijos por invalidez y los 800 por otra
pensión de su esposo, de los que les retienen 200 por un antiguo
crédito. Niega haber recibido ayudas de Cáritas, como dice la Diócesis,
aunque sí alguna ayuda puntual de la Concejalía de Asuntos Sociales.
El Obispado da una versión muy diferente. Argumenta que ha actuado de
buena fe, haciéndose cargo incluso de los gastos de luz, agua y cuota
de comunidad durante estos meses. En estos momentos, la deuda acumulada
ya supera los 5.000 euros.
El Seminario Diocesano, propietario, "concluye anualmente el ejercicio
económico con déficit y tiene dicho piso como fuente de ingresos para su
sostenimiento económico", señala.
Por ello, "en varias ocasiones, en
diálogo personal y por carta, se les ha pedido que abandonen el piso por
los sucesivos impagos. Después de ser requeridos a un acto de
conciliación al que no acuden, el Juez dictó sentencia firme en el mes
de junio instándoles a que abandonasen el piso", ha apuntado la Diócesis
en un comunicado.
"Lamentamos que la familia Pardo haya agotado los
plazos hasta llegar a esta situación y no haya querido buscar soluciones
en ningún momento", ha comentado. "Hemos agotado todos los recursos a
nuestro alcance", recalcan." (El País, 23/09/2012)

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