"A ver qué ocurre mañana, y los próximos viernes. ¿Escogerá Mariano
Rajoy solo lo más cruel de la ya cruel agenda de reformas que propone la
Comisión Europea? Si esa es la apuesta, la tarea es sencilla, apta
incluso para Cristóbal Montoro.
Basta con “abaratar el despido”
(improcedente), provocar una caída acelerada de los salarios (de los
no-banqueros) y rebajar el poder adquisitivo de las pensiones (igual
bajas que altas), atrasando la jubilación.
Estos infaustos deberes son algunos de los que postula Bruselas, (...)
Veamos. Hasta ahora, poca gente digna se atrevió a propugnar la
rebaja salarial a pelo, en vez de una más lógica moderación de rentas en
general: sean generadas por los salarios o por el capital.
Pero además,
en una economía cuya demanda depende demasiado estrechamente del
consumo interno, y este de las rentas del trabajo, rebajarlas implica
flagelar el crecimiento.
También la modernización del sistema de pensiones se enfoca a saco. (...)
Pero
antes que rebajar directamente las pensiones o atrasar más la
jubilación —que también supone un recorte a su poder adquisitivo— habrá
que pensar en limitar el gasto como hizo Suecia en los noventa,
eliminando duplicidades y reorganizando internamente el sistema. Cortar
es simple; reformar de verdad, difícil.
Hay otras reformas, las de liberalización de los mercados (...)
Como la desregulación profesional: ay, el
ay de los registradores y todos los oficios burocráticos del que está
ahíto el Consejo de Ministros, a costa de empresarios, profesionales y
trabajadores.
O la de la creación de una autoridad fiscal independiente,
ya todos los espíritus subalternos corren a congraciarse para
monopolizarla.
Y finalmente habría otras, de impulso a la actividad económica(...)
A saber.
Uno, las políticas activas de empleo (la pasiva es el seguro
de desempleo) como el reciclaje, la formación, los institutos de
ocupación. Figuran en el repertorio de consejas europeas al menos desde
junio, y apenas nada se ha hecho: todo lo que se haga será enorme.
Copien a Alemania.
Dos, el fomento de las exportaciones, de las que tanto se llenan la
boca todos (el propio Rajoy en el debate sobre el Estado de la nación) (...)
Lean las propuestas de El modelo de apoyo a la
internacionalización de la empresa española, el documento 167 del
Instituto de la Empresa Familiar (www.iefamilar.com). Hay materia.
Y tres, una reforma fiscal integral, en vez de la histérica yenka
retórica de subir / bajar impuestos. Lo primero es simplificar el
bosque, cercenar la mayoría de deducciones que desnaturalizan y
distorsionan el objetivo de cada impuesto, y acabar con las micromedidas
sin visión de conjunto. Bastante de ello figura en el muy reciente
proyecto socialista Bases para la reforma fiscal (www.psoe.es), que el
Gobierno prefiere, de momento, ignorar. Haría mejor en leerlo, igual le
da alguna idea." (
Xavier Vidal-Folch, El País, 24 ABR 2013)
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