"Hay un
creciente consenso entre los analistas, según el cual Alemania estaría
desacoplándose de Francia y del resto de las regiones deficitarias de la
Eurozona. La industria alemana estaría orientándose a Asia y al resto del mundo
(incluso a Gran Bretaña), buscando fuentes de demanda para sus exportaciones
netas.
Pero los datos sugieren muy otra cosa. Alemania sigue siendo
perfectamente dependiente de los Estados miembros deficitarios de la Eurozona
en punto a financiar su déficit comercial neto con países clave no
pertenecientes a la Eurozona.
En 2012, en buena parte a
causa de las importaciones energéticas, Alemania tuvo un déficit comercial neto
de 27 mil millones de euros con Rusia, Libia y Noruega. Además, tuvo un déficit
de 4,7 mil millones de euros con Japón y un déficit comercial neto estimable en
unos 11,7 mil millones de euros con China. En total, el déficit comercial de
Alemania con esos exportadores netos sumó 43,4 mil millones.
Entretanto, el
excedente comercial de Alemania con las naciones deficitarias de la Eurozona
(Francia, Italia, España, Grecia, Portugal, Chipre e Irlanda) alcanzó el
todavía asombroso monto de 54,6 mil millones de euros, a pesar de la drástica
disminución dimanante del desplome de las importaciones en esas naciones
golpeadas por la crisis.
Dicho de otra forma: las
exportaciones netas de Alemania a los países que la prensa alemana no deja de
presentar como a “holgazanes” que lastran el “progreso” alemán bastaron para
que Alemania pudiera pagar el déficit comercial neto con China, Japón, Noruega,
Rusia y Libia, ahorrando todavía 11,2 mil millones de euros: suficientes para
cubrir los 3,4 mil millones de euros transferidos a las fábricas alemanas en la
República Checa y en Eslovaquia y buena parte de las transferencias de las
grandes empresas alemanas a sus socios o a sus subsidiarios holandeses (que
tienen un excedente de más de 15 mil millones de euros en relación con sus
socios alemanes).
En una palabra: a pesar de
toda la palabrería que declara lo contrario, los excedentes comerciales
globales de Alemania siguen siendo financiados por los déficits de los “rezagados”
en vías de implosión de la Eurozona.
Por eso la negación alemana de la
naturaleza sistémica de la crisis de la Eurozona y el compromiso de los
dirigentes alemanes con el principio de “la mayor austeridad para los Estados
miembros más débiles de la Eurozona” constituyen acaso el más espectacular gol
en propia meta de nuestro tiempo." ( '¿De verdad se ha desacoplado la economía alemana de la de los países rezagados de la Eurozona?'
de Yanis Varoufakis, Sin Permiso, 14/04/2013)
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