14.5.13

La única opción razonable es la de una disolución ordenada del euro

" (La fundación alemana Friederich Ebert Stiftung, vinculada al SPD, acaba de publicar un documento que analiza los posibles escenarios futuros en el marco de un proyecto titulado Scenario Team Eurozone 2020)

(...) de este cuadro elaborado por los expertos de la Friederich Ebert Stiftung se desprende una constatación que a algunas personas les parecerá pesimista pero que, en realidad, es realista. La postura de Alemania condena a corto plazo a la eurozona y la mejor solución residiría en una disolución concertada de esta que permitiría salvaguardar un núcleo institucional europeo. Por lo tanto, hay que reflexionar sobre “a quién interesa el euro” en Alemania.

Se trata claramente de una alianza entre unas industrias cuyos mayores mercados están en los países europeos y unos banqueros que tienen mucho que perder con una desaparición del euro. Para los primeros el euro en su forma actual es la garantía de una moneda que no esté demasiado sobrevalorada. 

Si Alemania volviera al marco, este no solo se apreciaría fuertemente frente al dólar y al yen (con una tasa de cambio de un marco por 1,50 dólar), sino que las monedas de los principales clientes de Alemania en Europa, Francia, Italia y España, se depreciarían libremente. No solo se dispararía el excedente comercial alemán, sino que no es imposible que creciera en déficit del 1% al 2% del PIB.

 En cambio, a una parte de la población y de las personas jubiladas les interesa claramente que Alemania abandone la eurozona para garantizar el valor patrimonial de su ahorro. En cualquier caso, esta parte de la población se opone ferozmente a cualquier transferencia de Alemania hacia los países del sur de Europa. 

Esta ambigüedad explica la política de Angela Merkel, que afirma querer conservar el euro (y al hacerlo tiene en cuenta los intereses de los industriales y de los banqueros) pero que también afirma que no se trata de pagar, ya sea directa o indirectamente, ya que con ello defiende los intereses de su electorado. Hay que añadir que si decidiera sacrificar los intereses de su electorado, los industriales le recordarían que la competitividad alemana se basa también el hecho de que se reinvierta una parte de los excedentes comerciales. (...)

Al no haber comprendido esta situación, al no haber hecho un análisis por categorías sociales y por grupo que tenga una representatividad simbólica importante, un Jean-Luc Mélenchon tiene discursos absurdos en los que pretende que Alemania “quiere” sacar del euro a los países que son sus principales clientes…Lo que Alemania quiere evitar a toda costa es tener que contribuir de forma generalizada a la economía de la eurozona. (...)

Por consiguiente, una lectura atenta de este documento confirma que los diferentes expertos europeos reunidos por la Friederich Ebert Stiftung consideran que ya no es posible proseguir con la política actual y que esta se ha vuelto incluso peligrosa ya que puede llevar en cualquier momento a un estallido incontrolado de la eurozona. Más allá de los problemas de suscitaría, no entra en el dominio de lo posible la realización de un federalismo presupuestario extendido. (...)

Se ve que la única opción razonable es la de una disolución ordenada del euro que permita subsistir unos mecanismos de concertación monetaria entre los países, pero que les devuelva toda la flexibilidad monetaria que deseen."      (Jacques SapirRussEurope, Rebelión, 10/05/2013)  

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