"Noticias
de un día cualquiera. El partido del gobierno en España rechaza el
Impuesto a Transacciones Financieras; impone una ley de régimen local
que suprime servicios municipales imprescindibles para millones de
ciudadanos.
La ministra de Sanidad contrata a un corrupto imputado para
implantar la gestión privada en hospitales del ministerio. Privatizan el
agua. Las 35 mayores empresas de España pagan 500 millones de euros
menos en impuestos aunque el año anterior ganaron más. El Gobierno
aprueba un regalo de 30.000 millones a la banca.
El Gobierno justifica
que los bancos no den crédito, porque han de velar por la solvencia de
sus clientes. Los pensionistas perderán 33.000 millones en 8 años. Más
vueltas de tuerca en la aplicación de la reforma laboral. El FMI amenaza
con más “ajustes significativos” para reducir la deuda...
Sin olvidar
la reducción presupuestaria, los recortes en educación, el aumento del
paro, de la precariedad, la pobreza y la desigualdad... El remate es la
nueva ley de seguridad ciudadana. Muchas protestas sociales serán
tratadas como delitos. (...)
Louis
Brandeis, juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, lo dejó muy
claro: “Podemos tener democracia o riqueza concentrada en pocas manos,
pero ambas cosas no”. Banca, corporaciones, grandes fortunas y Gobierno
han elegido la riqueza para la minoría. Para ellos. Lo logran saqueando a
la ciudadanía.
Y con represión para impedir la respuesta cívica, la
acción de los trabajadores. Por eso las concentraciones frente al
Congreso, los escraches junto a viviendas de políticos o grabar y
difundir imágenes de policías en acción serán castigados con multas de
hasta 600.000 euros. Y con penas de prisión de hasta cuatro años.
Sorprendente, porque según Gonzalo Moliner, presidente del Tribunal
Supremo, los escraches son “un ejemplo de libertad de manifestación”.
Pero a esta gente no les importan las libertades: son obstáculos a
derribar. (...)
Tienen
una lógica totalitaria impecable. Saquear y la consiguiente represión
de la ciudadanía que reacciona contra el pillaje. Como bien expone
Carlos Martínez de ATTAC Andalucía, “estamos ya en una pre-dictadura
real y no somos conscientes de la gravedad de la situación.
Se ataca el
derecho de huelga, las libertades de expresión y manifestación y se
prepara una ley represiva que permitan al poder y a los poderosos
recortar, privatizar y despedir masivamente, acallando la protesta y
oposición ciudadanas”. (...)" (Jaque al neoliberalismo, 03/12/2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario