"(...) Recientemente, uno de esos gabinetes que lo ven todo, nos
alegraba con su estimado de crecimiento económico y su correspondiente
mejora de empleo, lo que no contó es que se crece en términos reales al
0,4% con una inflación de -0.2% (neto 0,2%) y, como les he cansado de
repetir, lo que importa en esta fase del ciclo económico largo es el PIB nominal pues es con lo que se paga la deuda.
Nosotros
no cometeremos ese error de bulto y en la siguiente gráfica pueden ver
cómo preveo que evolucionará el PIB nominal y la Deuda Pública sobre el
PIB dado el déficit estructural actual.
Está construido con los datos de
crecimiento del gobierno – con su continuación cíclica en el tiempo – y
con una hipótesis de inflación baja; hipótesis optimista, ya que al
imponer una pésima devaluación interna han sacado al genio de la
lámpara.
A partir del 2020, en 6 años, los mismos que llevamos de
crisis y de errores económicos, empieza el enfriamiento de demanda
interna por el efecto demográfico K46,
el crecimiento real será menor, la presión deflacionaria mayor y las
crecientes tensiones de tipos de interés podrían llevar a una quiebra
del Estado hacia 2024-2027.
Dicha crisis de deuda soberana produciría
una fuerte depresión (recesión + deflación), que afectará la demografía
por la emigración, y vuelta a empezar con el círculo vicioso.
Cargarse un país
Esa expresión coloquial suele
usarse cuando el Estado quiebra; sin embargo, para cargárselo de verdad
hay que destrozar tres generaciones destruyendo su economía y su moral. En eso estamos y es una verdadera lástima (...)" (Fractura generacional y quiebra estatal, de Luis Riestra en vozpopuli.com, en Caffe Reggio, 17/04/2014)
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