"Una de las
grandes promesas del Partido Popular (PP) para ayudar a los autónomos a
superar la crisis fue eximirles de responder por sus deudas con todo su
patrimonio.
De esta
forma, la Ley de emprendedores aprobó la creación de una nueva figura,
el emprendedor de responsabilidad limitada (ERL), cuya vivienda habitual
quedaría blindada en los embargos privados.
La ley se aprobó en septiembre. Medio año después, toca hacer balance.
Y
el resultado es desolador: de septiembre a mediados de marzo sólo se
registraron 16 ERL en toda España, según los datos que avanza el Colegio
de Registradores a EXPANSIÓN. De Barcelona aún no se tienen datos
completos, por lo que las fuentes registrales consultadas apuntan que la
cifra podría subir hasta 25.
En todo caso, cifras cuando menos irrisorias y el fracaso de la medida
del Gobierno de Mariano Rajoy es muy sonado. Más que una segunda
oportunidad para los autónomos, se les ha dado una segunda piel que no
les sienta bien y es incluso más costosa.
Sobre el papel la medida podría parecer positiva para los autónomos.
Entonces, ¿por qué apenas nadie la usa? En primer lugar, porque para
constituirse como ERL hay que hacer más trámites que para crear una
sociedad limitada unipersonal (SLU). Si la SLU necesita de una
inscripción ante notario y otra en el registro mercantil, para ser
emprendedor de responsabilidad limitada hay que inscribir también la
vivienda en el registro de la propiedad, para considerarla inembargable
en caso de deuda empresarial.
En ambos casos, luego se ha de presentar cada año las cuentas anuales (y
en su caso auditarlas), lo que tiene un coste de entorno a 2.000 euros
(en contabilidad y llevanza de los libros).
Con lo cual, a la mayoría de
los autónomos no le merece la pena pasar al régimen de ERL.
De hecho, el 70% de los nuevos emprendedores son personas físicas, no
sociedades, como apunta Lorenzo Amor, presidente de la patronal de
autónomos ATA. (...)" (Expansión, 14/04/2014)
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