19.8.14

El incremento de las desigualdades ha sido una de las principales causas de las crisis financiera y económica actuales

"He indicado en artículos anteriores (ver mi artículo “Capital-Trabajo: el origen de la crisis actual”, Le Monde Diplomatique, julio de 2013) que el incremento de las desigualdades ha sido una de las principales causas de las crisis financiera y económica actuales.  (...)

Las políticas neoliberales llevadas a cabo por los gobiernos Thatcher y Reagan primero, y extendidas más tarde a otros países, causaron una gran concentración de las rentas derivadas de la propiedad del capital a costa de un descenso muy marcado de las rentas del trabajo. 

Esto último determinó una disminución de la demanda y del crecimiento económico, con lo cual disminuyó el porcentaje de personas trabajando, a la vez que creció el desempleo. No es casualidad que los países más desiguales en Europa, como España y Grecia, estén también entre los que están en una situación económica peor.

 De esta explicación de las causas de las crisis debería derivarse que la reducción de las desigualdades tendría que estar en el centro de las políticas económicas y sociales de los gobiernos de los países en crisis. Y una de las medidas más eficaces para reducir las desigualdades es llevar a cabo políticas de pleno empleo. (...)

La explicación de ello es que el pleno empleo aumenta las rentas del trabajo, disminuyendo proporcionalmente las rentas del capital, con lo cual disminuyen las desigualdades. Y puesto que el crecimiento de las rentas del trabajo estimula más la demanda y el crecimiento económico que el crecimiento de las rentas del capital, las políticas orientadas a incrementar las primeras ayudan al país a salir de la recesión, ese agujero que está dañando enormemente la calidad de vida de las clases populares.

La causa de que la creación de empleo origine este círculo virtuoso se debe a que el pleno empleo empodera al mundo del trabajo, permitiendo que aumente su seguridad y su nivel de exigencias. A menor desempleo, mayor es el nivel salarial. En EEUU, por ejemplo, una disminución de la tasa de desempleo de un 1% se traduce en un incremento de los salarios de los trabajadores de menor renta (las dos decilas inferiores) de un 12,4%. (...)

Cómo conseguir el pleno empleo

Una de las medidas más eficaces para alcanzar el pleno empleo son las inversiones públicas en infraestructura social y física del país. 

Así, si en España, en lugar de tener a una persona adulta de cada diez trabajando en los servicios públicos del Estado del Bienestar (como educación, sanidad, escuelas de infancia, servicios asistenciales y otros) tuviéramos una de cada cuatro (como ocurre en Suecia), se crearían seis millones de puestos de trabajo, con lo cual se eliminaría el paro.

 Otra área en la que hay una gran necesidad es en la inversión en temas de mantenimiento y ahorro de energía, como en los sistemas de distribución eléctrica y en intervenciones encaminadas a la descontaminación. 

Todo ello crearía empleo, a la vez que se ahorrarían recursos. La administración Obama creó en el año 2009, con su estímulo de gasto, de 2 a 3 millones de puestos de trabajo en algunos de esos servicios, que mejoraron la situación económica del país (aunque el estímulo no fue suficiente, pues se necesitaban de 10 a 12 millones).  (...)

Igualmente eficaz para estimular el pleno empleo y con ello la demanda, es la reducción del tiempo de trabajo por trabajador. Esta es una de las causas del bajo desempleo en Alemania, el compartir las horas de trabajo. 

Así, si los nuevos puestos de trabajo (que resultarían de tener a uno de cada cuatro españoles trabajando en los servicios públicos del Estado del Bienestar) tuvieran jornadas de ocho horas en cuatro días en lugar de cinco, el número de estos nuevos puestos de trabajo sería de 9 en lugar de 6 millones.  (...)

La capacidad de endeudarse en términos razonables juega también un papel determinante en el estímulo de la demanda. El comportamiento especulativo de la banca es uno de los mayores obstáculos para la garantía del crédito, función que tradicionalmente había realizado la banca pero que, como consecuencia de su desregulación, ha dejado de hacer, habiendo perdido su razón social de ser.

 De ahí la importancia de establecer instituciones públicas que garanticen el crédito, gravando a la vez las actividades especulativas del sector financiero.  (...)"                (Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 21 de julio de 2014, en www.vnavarro.org, 21/07/2014)

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