"Este mes se cumple el sexto aniversario del colapso financiero que supuso el inicio de la actual crisis sistémica.
La situación presente no solo no permite vislumbrar la luz al otro lado
del túnel. Todo lo contrario, el devenir cotidiano está siendo
absolutamente despiadado con la mayoría de la población. (...)
Hay una profunda crisis económica, social y política, pero por encima de todo subyace una honda crisis moral.
Las mentiras continuadas, la ausencia de responsabilidades, la
inexistencia de un espíritu crítico y libre, se han convertido en la
moneda de uso en nuestro devenir cotidiano. Pequeños grupúsculos creen
haber conseguido su objetivo, imponer la antidemocracia y el domino de
la élite. (...)
La actual crisis sistémica fue aprovechada por las élites bancarias y
ciertos oligopolios, con la ayuda inestimable de sus brazos políticos,
para implementar su particular ajuste de cuentas contra la ciudadanía.
Para ello contaron con la inestimable ayuda de ciertos tontos útiles,
economistas e instituciones académicas que validaron las actuales
políticas económicas. (...)
El problema es que validaron no unas reformas, sino una transferencia de renta de la ciudadanía a un pozo sin fondo,
un sistema bancario quebrado y unos oligopolios que no dejan de sorber
la sangre a la ciudadanía. Resulta hilarante que una vez se ha
recomendado la austeridad expansiva y la devaluación competitiva, esas
mismas instituciones digan ahora que ya vale, dejemos de apalear a la
ciudadanía, que la paliza puede haber sido excesiva (...)
Será fundamental, por lo tanto, dentro de las reformas a implementar,
una reestructuración del sistema bancario global, donde se reduzca su
tamaño acorde con la economía real, a costa de gerencia y acreedores. (...)
Tristemente después de seis años no solo no ha pasado nada de eso, sino
que se continúa subsidiando, vía política fiscal y monetaria, a un
sistema bancario completamente zombi, con balances inflados, donde aún
no sabemos lo que hay dentro, ya ni hablamos del apalancamiento neto vía
derivados. Las últimas decisiones del Banco Central Europeo
son un buen ejemplo de ello. A cambio, se le ha exigido a la ciudadanía
por parte de una clase política mediocre una serie de sacrificios que
han terminado desempolvando la pobreza.(...)" (Juan Laborda, 10/09/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario