"(...) España se encuentra sumida en una transformación política de gran
magnitud, con resultados demoscópicos (de momento no consolidados)
simplemente inimaginables tres años atrás (...)
Este fin de semana, un columnista del Financial Times, el periódico de
referencia en la City de Londres, afirmaba que, ante la asfixiante
ortodoxia imperante en la Eurozona, propuestas económicas de Podemos,
como reestructurar la deuda y reactivar la inversión pública,
representan no una peligrosa utopía, sino una alternativa de sentido
común. Es poco probable que el establishment de política económica de la
Eurozona, empezando por Alemania, le dé la razón. (...)
En Europa occidental, debates políticos fundamentales sobre inmigración,
crecimiento, desigualdad o la calidad de la democracia representativa
están atenazados por el auge nacional-populista, y por la gran coalición
en Berlín. La efervescencia política, y tal vez la posibilidad real de
cambio, hay que buscarla a orillas del Mediterráneo.
En contra de todo
pronóstico, bajo una presión insufrible, el sur de Europa ha mantenido
cohesión y estabilidad social más allá de lo imaginable, con la parcial
excepción de Grecia.
Si los países de la Europa mediterránea consiguen
gestionar su creciente dispersión ideológica, rescatar a sus
instituciones capturadas con finalidades extractivas, y proyectar esta
nueva energía política, tal vez sean capaces de romper la baraja en este
viciado juego político europeo." (
Jordi Vaquer , El País,
24 NOV 2014)
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