27.11.14

En contra de todo pronóstico, bajo una presión insufrible, el sur de Europa ha mantenido cohesión y estabilidad social más allá de lo imaginable... por eso la posibilidad de cambio hay que buscarla en el Mediterranéo

"(...) España se encuentra sumida en una transformación política de gran magnitud, con resultados demoscópicos (de momento no consolidados) simplemente inimaginables tres años atrás (...)

Este fin de semana, un columnista del Financial Times, el periódico de referencia en la City de Londres, afirmaba que, ante la asfixiante ortodoxia imperante en la Eurozona, propuestas económicas de Podemos, como reestructurar la deuda y reactivar la inversión pública, representan no una peligrosa utopía, sino una alternativa de sentido común. Es poco probable que el establishment de política económica de la Eurozona, empezando por Alemania, le dé la razón. (...)

En Europa occidental, debates políticos fundamentales sobre inmigración, crecimiento, desigualdad o la calidad de la democracia representativa están atenazados por el auge nacional-populista, y por la gran coalición en Berlín. La efervescencia política, y tal vez la posibilidad real de cambio, hay que buscarla a orillas del Mediterráneo. 

En contra de todo pronóstico, bajo una presión insufrible, el sur de Europa ha mantenido cohesión y estabilidad social más allá de lo imaginable, con la parcial excepción de Grecia. 

Si los países de la Europa mediterránea consiguen gestionar su creciente dispersión ideológica, rescatar a sus instituciones capturadas con finalidades extractivas, y proyectar esta nueva energía política, tal vez sean capaces de romper la baraja en este viciado juego político europeo."           ( El País 24 NOV 2014)

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