21.11.14

Podemos incrementará la presión fiscal solo a los más ricos y a las grandes fortunas, y se centrará en combatir el fraude, en lugar de insistir en subir impuestos indirectos y tasas

"(...) Eso me hace pensar que si la cúpula de Podemos es sensata sabrá cribar sus ideas con el filtro del pragmatismo, aunque solo sea por instinto de supervivencia. (...)

Pero las ideas hay que aplicarlas, y solo al Diablo en persona se le ocurriría descuidar ese aspecto práctico, o rodearse de gestores infames, o lo que es peor, buscar apoyos dentro de la ortodoxia de la economía convencional. Ese error ya lo cometió el PSOE en los años 80 y lo hemos sufrido todos.  (...)

Al final, los conocimientos prácticos son indispensables para materializar cualquier ideario político, no solo en la macro y la microeconomía, donde habrán de librarse las grandes batallas para la creación de empleos de calidad. (...)

Es lógico reclamar una auditoría de la deuda, porque ayudará a precisar las distintas responsabilidades que marcan su origen, evolución y características reales. Eso legitimará los procesos de negociación que tendrán que abrirse en varios frentes financieros y no financieros, internos y externos, respetando el entorno internacional, cuyos intereses no pueden quedar solo en manos de los denominados mercados (financieros). 

De igual modo, ese entorno (oligopólico) de intereses nacionales e internacionales tendrá que respetar la voluntad de una sociedad cuyo progreso está necesariamente vinculado a la obligación de administrar bien los recursos. Y administrar bien los recursos será cada vez más difícil si no se alivia la actual carga de la deuda: es demasiado pesada e impide el desarrollo del país.

 Eso lo saben los acreedores. Saben que ya han recuperado parte del capital financiero invertido y reinvertido, y no ignoran que para seguir recuperando el resto de manera fácil y fluida el peor camino es imponer condiciones de negociación que frenen el desarrollo económico y social, porque asfixian a los más débiles al priorizar la acumulación de recursos en el sector financiero. 

De hecho, hay ejemplos en la historia que muestran con claridad que el tema de la deuda no es tabú, lo diga quien lo diga (bancos, organismos mundiales, ministros de economía o medios de difusión).

 Se puede alterar el orden de prioridades al abordar ese y otros problemas interrelacionados entre sí, hay formas distintas de afrontar las reformas económicas y sociales, y se pueden negociar —multilateral y bilateralmente— plazos, tipos, permutas, titularidades, quitas…  (...)

Parece sensato pensar que Podemos incrementará la presión fiscal solo a los más ricos y a las grandes fortunas y empresas, y se centrará en combatir el fraude, en lugar de insistir en subir impuestos indirectos y tasas (lo que aumenta la brecha de la desigualdad e impide avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible y equitativo). Todo esto hay que explicarlo hasta la saciedad, aunque cueste hacerlo.  

 Asimismo, parece lógico pensar que si Podemos llega al poder se rodeará de especialistas en temas fiscales que ayuden a llevar a la práctica de una forma realista sus ideas. Esos expertos existen, aunque ahora estén lejos del Gobierno. (...)

Más ejemplos de acciones necesarias, posibles y económica y socialmente beneficiosas si se gestionan bien: la renta básica, la banca pública, reforzar las políticas sociales, combatir el desempleo en todas sus formas, acabar con el drama actual de los desahucios, luchar contra la corrupción, lograr un consenso en materia educativa para un horizonte de largo plazo, fomentar un modelo de integración europea y un sistema de relaciones internacionales distintos… 

Hay muchos más casos que podrían someterse a análisis, aunque solo sea de manera preliminar e hipotética, porque solo es una hipótesis que Podemos roce el poder o se asiente en él.

Si eso sucede, será porque muchos españoles habrán decidido apostar por algo desconocido, por algo distinto que promete erradicar la podredumbre actual. Se podrá tildar a los votantes de valientes o de temerarios, depende de quien lo proponga. Pero esa es la grandeza y la miseria de la democracia: el reto de los políticos de convencer a los votantes, y la esperanza de éstos de no sentirse defraudados, como suele ocurrir. (...)"          (José Antonio Nieto,  Econonuestra, 15/11/2014)

No hay comentarios: