"Durante el 2014, la economía mundial se mantuvo estancada en la misma
rutina en la que permanece desde que salió de la crisis financiera
mundial de 2008. A pesar de se tomaron medidas gubernamentales
aparentemente fuertes en Europa y Estados Unidos, ambas economías
sufrieron recesiones profundas y prolongadas.
La brecha entre dónde
están y dónde hubiesen estado dichas economías si la crisis no hubiese
entrado en erupción es enorme. En Europa, la brecha se acrecentó durante
el transcurso del año. (...)
El malestar que aflige a la economía mundial en la actualidad se
podría reflejar en dos slogans simples: “Es la política, estúpido” y
“Demanda, demanda, demanda”.
El estancamiento casi mundial que se vivió en el año 2014 fue creado
por el hombre.
En varias de las principales economías el estancamiento
es el resultado de su política y sus políticas – que fueron las que
ahogaron a la demanda. Ante la falta de demanda, la inversión y el
empleo no se materializarán. Es así de simple.
En ningún otro lugar esta situación se muestra con mayor claridad que
en la eurozona, misma que ha adoptado oficialmente una política de
austeridad – recortes en el gasto público que aumentan las debilidades
en el gasto privado.
La estructura de la eurozona es en parte culpable
de obstaculizar el ajuste al shock generado por la crisis; debido a la
ausencia de una unión bancaria, no causó sorpresa que el dinero fugara
de los países más afectados, lo que debilitó a sus sistemas financieros y
refrenó los préstamos e inversiones. (...)
El problema es que las tasas de interés bajas no motivarán a las
empresas a invertir si no hay demanda para sus productos. Las tasas
bajas tampoco inspiran a las personas a endeudarse para consumir si
están preocupadas por su futuro (y tienen razón para estarlo).
Lo que la
política monetaria puede hacer es crear burbujas de precios de los
activos. Incluso podría apuntalar el precio de los bonos gubernamentales
en Europa, previniendo de esta manera una crisis de la deuda soberana.
Sin embargo, es importante entender claramente lo siguiente: la
probabilidad de que las políticas monetarias laxas restauraren la
prosperidad mundial es nula.
Esto nos lleva de nuevo a la política y las políticas. La demanda es
lo que el mundo necesita más. El sector privado – incluso con el
generoso apoyo de las autoridades monetarias – no va a proveer dicha
demanda.
Pero la política fiscal si puede hacerlo. Disponemos de una
amplia variedad de inversiones públicas entre las que podemos elegir,
inversiones que podrían producir grandes ganancias – mucho más altas que
el costo real del capital – y que fortalecerían las hojas de balance de
los países que las realizan.
El gran problema que enfrenta el mundo en el año 2015 no es
económico. Sabemos cómo escapar de nuestro malestar actual. El problema
es que nuestras políticas son estúpidas." (Project Syndicate | Joseph E. Stiglitz, en Tribuna Libre, 21/01/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario