22.1.15

Sabemos cómo escapar de nuestro malestar actual. El problema es que nuestras políticas son estúpidas

"Durante el 2014, la economía mundial se mantuvo estancada en la misma rutina en la que permanece desde que salió de la crisis financiera mundial de 2008. A pesar de se tomaron medidas gubernamentales aparentemente fuertes en Europa y Estados Unidos, ambas economías sufrieron recesiones profundas y prolongadas.

 La brecha entre dónde están y dónde hubiesen estado dichas economías si la crisis no hubiese entrado en erupción es enorme. En Europa, la brecha se acrecentó durante el transcurso del año. (...)

El malestar que aflige a la economía mundial en la actualidad se podría reflejar en dos slogans simples: “Es la política, estúpido” y “Demanda, demanda, demanda”.
El estancamiento casi mundial que se vivió en el año 2014 fue creado por el hombre. 

En varias de las principales economías el estancamiento es el resultado de su política y sus políticas – que fueron las que ahogaron a la demanda. Ante la falta de demanda, la inversión y el empleo no se materializarán. Es así de simple.

En ningún otro lugar esta situación se muestra con mayor claridad que en la eurozona, misma que ha adoptado oficialmente una política de austeridad – recortes en el gasto público que aumentan las debilidades en el gasto privado.

 La estructura de la eurozona es en parte culpable de obstaculizar el ajuste al shock generado por la crisis; debido a la ausencia de una unión bancaria, no causó sorpresa que el dinero fugara de los países más afectados, lo que debilitó a sus sistemas financieros y refrenó los préstamos e inversiones. (...)

El problema es que las tasas de interés bajas no motivarán a las empresas a invertir si no hay demanda para sus productos. Las tasas bajas tampoco inspiran a las personas a endeudarse para consumir si están preocupadas por su futuro (y tienen razón para estarlo). 

Lo que la política monetaria puede hacer es crear burbujas de precios de los activos. Incluso podría apuntalar el precio de los bonos gubernamentales en Europa, previniendo de esta manera una crisis de la deuda soberana. Sin embargo, es importante entender claramente lo siguiente: la probabilidad de que las políticas monetarias laxas restauraren la prosperidad mundial es nula.

Esto nos lleva de nuevo a la política y las políticas. La demanda es lo que el mundo necesita más. El sector privado – incluso con el generoso apoyo de las autoridades monetarias – no va a proveer dicha demanda. 

Pero la política fiscal si puede hacerlo. Disponemos de una amplia variedad de inversiones públicas entre las que podemos elegir, inversiones que podrían producir grandes ganancias – mucho más altas que el costo real del capital – y que fortalecerían las hojas de balance de los países que las realizan.

El gran problema que enfrenta el mundo en el año 2015 no es económico. Sabemos cómo escapar de nuestro malestar actual. El problema es que nuestras políticas son estúpidas."           (Project Syndicate | Joseph E. Stiglitz, en Tribuna Libre, 21/01/2015)

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