"La actual crisis es tan prolongada y profunda que Cáritas Diocesana
de Barcelona calcula que, aunque se recupere la economía, aún tendrá que
mantener abiertos sus centros de distribución de alimentos entre 7 y 10
años más. El director de Cáritas de Barcelona, Salvador Busquets, que
accedió al cargo hace ocho meses, afirma que “si no fuera por las
entidades sociales, en Cataluña habría gente que pasaría hambre”.
Las parroquias de Barcelona, con el apoyo de Cáritas y el
Ayuntamiento, han tenido que abrir durante los últimos meses siete
centros de distribución de alimentos para personas necesitadas en la
ciudad, sin contar con las 220 iglesias que también reparten comida y
productos de primera necesidad a sus vecinos en situación de
vulnerabilidad.
Busquets se muestra partidario de potenciar las “tarjetas-monedero”
para las personas en situación de pobreza, con las que pueden comprar
alimentos y productos frescos en supermercados.
“Los políticos se han equivocado de prioridades”, denuncia Busquets,
que cree que los responsables políticos deberían “trabajar más con los
indicadores sociales y no sólo con los indicadores macroeconómicos”.
“Los políticos saben qué es el PIB, la inflación, el saldo exterior, y
gobiernan en función de ello, pero los indicadores sociales están poco
introducidos en la política, que no se fija en los índices de
desigualdad o en los de protección a las familias. Sin tener en cuenta
los indicadores sociales, los políticos no pueden tener conciencia de la
realidad”, precisa.
El director de Cáritas, que anteriormente dirigió la Fundación
Arrels, dedicada a ayudar a personas sin hogar, considera: “Estamos en
una situación más complicada que en los años del desarrollismo de los
60”. " (
EFE
, El País, Barcelona
4 MAY 2015)
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