5.5.15

Desde que gobierna Rajoy, las familias españolas con hijos a su cargo ha sido el grupo más castigado por las subidas de impuestos

"(...) Jamás en la historia fiscal ni de España ni del mundo desarrollado (OCDE) los impuestos han subido tanto y en tan poco tiempo. Rajoy ha llevado la fiscalidad a niveles claramente expropiatorios. 

Han subido o creado 85 figuras tributarias, algo insólito en los anales del mundo civilizado. Expolian todo lo expoliable para mantener intacto el despilfarro público. Y en contra del engaño de la “reducción” de impuestos, en su informe a Bruselas de diciembre, el Gobierno detallaba como la presión fiscal subirá en 2015, 16 y 17.
 
La cifra que utilizan para “demostrar” que los impuestos no son excesivos es la presión fiscal, o el total de impuestos dividido por el PIB, que nos sitúa en una posición media. Esta cifra no sirve para nada. 

Primero, porque las cifras de PIB oficiales están sobrevaloradas en torno al 20%, debido a la manipulación sistemática de las mismas desde 2008. Si suponemos el PIB oficial de 2007 igual a 100, el PIB de 2014 fue casi 100, es decir, no ha habido ninguna crisis. Sin embargo, las bases imponibles, que como es lógico siguen una tendencia paralela al PIB, se hundirían, pasando de 100 a 83, algo que no ha sucedido en ningún otro país.

Pero el PIB real (como no puede ser de otra manera, ya que hay 3,3 millones de parados más que en 2007, cientos de miles de pymes y autónomos han desaparecido y la renta disponible de las familias se ha desplomado un 14%) ha caído a un ritmo similar al de las bases imponibles. 

El PIB real de España está en torno a los 850.000 millones de euros, algo que demuestran además todos los análisis independientes. Y la segunda es que la presión fiscal es una media, y si las rentas más altas están exentas de la mayoría de impuestos a través de las sicavs, y si las grandes empresas apenas pagan nada, el resultado es el expolio de las clases trabajadoras. ¿A qué espera Eurostat para auditar nuestra Contabilidad Nacional?

La única forma de valorar nuestra posición es a través de comparaciones de lo que pagan las familias o las empresas individuales. Según la Tax Foundation, una organización líder en análisis de impuestos, en 2014 y de los 34 países de la OCDE España ocupa el lugar número 31 en cuanto al nivel de impuestos personales.

 Eso en una media, pero cuando el cálculo se hace sobre la fiscalidad soportada por las clases media y trabajadora, España es el país con la fiscalidad más alta. Es la misma conclusión a la que llega la propia OCDE.

La presión fiscal media sobre los salarios es la más alta de toda la Organización y en todas las categorías de hogares. La pareja española con hijos paga de media un 34,8 % mientras que la media de los países desarrollados es de un 26,4%. 

Desde que gobierna Rajoy, las familias españolas con hijos a su cargo ha sido el grupo más castigado por las subidas de impuestos, y cuanto menor es la renta peor es la situación relativa. Una familia con dos hijos y con una renta que no llegue al 70% del salario medio –el 67% de las familias– paga el doble de impuestos que la media del mundo desarrollado, un 30,3% como media, mientras que la de la OCDE es de un 17,2%.

En palabras del BdE, durante 2008-2013, el impuesto de sociedades solo contribuyó un 2% del PIB, los impuestos indirectos –socialmente regresivos– aportaron el 4,8%, mientras que el IRPF se mantuvo en un 6,6%. Blanco y en botella: los asalariados perciben un trozo cada vez más pequeño del pastel pero continúan aportando como siempre, mientras que el capital incrementa sus ingresos y contribuye cada vez menos.

 Uno de los resultados del “escaqueo de las rentas de capital” es el incremento del déficit fiscal, que se enjuga con emisiones de deuda pública, la cual supera ya el billón de euros. Esta es la misma cantidad acumulada en solo una década por el 10% de hogares más ricos, y sus intereses, una de las principales partidas del gasto, se han convertido en una vía de negocio esencial para la banca. Un expolio “producto de decisiones políticas impulsadas por las élites en su propio beneficio”.

Ha tenido que ser Bruselas, no el BdE ni los servicios de estudio de los oligarcas del IBEX, la que haya expresado su “grave preocupación por la enorme desigualdad de la distribución de la renta y la riqueza en España, y que sigue creciendo sin pausa”. 

(Rajoy, líder de Europa en impuestos y desigualdad, de Roberto Centeno en El Confidencial, en Caffe Reggio, 04/05/2015)

No hay comentarios: