27.5.15

Los datos económicos muestran una parálisis del ciclo de inversiones productivas en occidente... mientras se activan burbujas de activos de riesgo por doquier

"La actual crisis sistémica, repito, crisis sistémica, está entrando en una nueva fase de profundización de la misma. Los datos económicos y financieros muestran una parálisis del ciclo de inversiones productivas en occidente; el inicio de una profunda desaceleración, sino recesión, en los Estados Unidos; la inefectividad de la política monetaria global, incapaz de generar rentas, mientras activa burbujas de activos de riesgo por doquier. 

Y todo ello regado con más deuda, impagable, insostenible, aquí y allá, en Grecia, en Estados Unidos, y en España. Las élites han protegido de nuevo su riqueza, haciendo más vulnerables al resto de la ciudadanía.

 ¿Y España, qué? 

Atravesamos una profunda degradación política, económica, social, y moral. Pero las élites extractivas a lo suyo, a lo de siempre: enésima huida hacia adelante. Apoyado en un ciclo de propensión al riesgo global, activado y sujetado por los Bancos Centrales, el crecimiento patrio recurre a su “know-how”, ya saben, consumo, desahorro, baja inversión productiva, más deuda y burbujas especulativas. ¡Menudo cóctel molotov!  (...)

Cuando se inicie el ciclo de aversión al riesgo global, España entrará en un círculo vicioso: crisis de deuda soberana, crisis de balanza de pagos, crisis bancaria, y crisis de la Seguridad Social. ¡Y esa será la herencia de Rajoy y de todos aquellos que callaron y otorgaron! Por cierto, sin maldad, el Excel donde el actual ejecutivo hizo los cálculos del nuevo plan de estabilidad 2015-2018, hilarante.

 Empiezan ya a surgir voces que hablan sobre la posibilidad de una nueva recesión global. Desde estas líneas ya avisamos. Nuestros argumentos son sencillos pero muy potentes. Después de llenar de deuda privada al sistema, tras la generación de múltiples burbujas, después de socializar las pérdidas privadas vía deuda pública, e implementar una devaluación salarial, resulta que no hay inversión productiva.  (...)

 Si no hay inversión nueva se contrae el retorno del stock de capital ya existente. Ello producirá pérdidas de capital, activando de nuevo otra contracción en la inversión. Los mercados financieros están sobrevalorados y estamos próximos a la activación de una nueva fase aversión al riesgo.  (...)

Cuando se entra en una recesión de balances es necesaria una reestructuración ordenada de la deuda y de quien la concedió, el sistema bancario sistema bancario global. 

Era necesario reducir el tamaño del sistema bancario global acorde con la economía real, a costa de gerencia y acreedores. Se trataba de una condición necesaria para la reactivación, pero no suficiente. 

Si hiciera falta, debería haberse complementado con un control de capitales y una política fiscal expansiva centrada en gasto social y en un vasto programa de infraestructuras públicas a escala mundial. Éste último no supondría ningún aumento de deuda pública. Se podría financiar vía bancos centrales, lo que además ahuyentaría el riesgo de deflación.

Tristemente después de siete años no solo no ha pasado nada de eso, sino que se continúa subsidiando, vía política fiscal y monetaria, a un sistema bancario completamente zombi, con balances inflados, donde aún no sabemos lo que hay dentro, ya ni hablamos del apalancamiento neto vía derivados. 

En realidad los bancos centrales están protegiendo la riqueza de “quienes realmente los controlan”, fomentando a su vez endeudamientos públicos para proteger a los acreedores bancarios, origen del problema. Intentaban ganar tiempo, pensando que con ello se resolvería paulatinamente el problema. 

Pero el tiempo se agota, y ante la que se avecina no les quepa ninguna duda que de nuevo seremos los ciudadanos quienes paguemos sus fechorías, salvo que reaccionemos con contundencia."          (Juan Laborda, Vox Populi, 02/05/2015)

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