"En mayo de 2010, mientras toda la atención se centraba
en los numerosos anuncios sobre la intervención de la Troika en Grecia
con su plan especial "de rescate", se aprobaba otro plan de rescate
efectivo y un conjunto de medidas ilegales para salvar a los bancos
privados, pero a estos últimos nadie les prestó atención.
En un solo movimiento, justificado por la necesidad de "preservar la
estabilidad financiera en Europa", en mayo de 2010 se tomaron medidas
ilegales para proveer los mecanismos que permitirían a los bancos
privados deshacerse de la peligrosa "burbuja", es decir, la gran
cantidad de activos tóxicos –principalmente activos desmaterializados y
no negociables– que se acumulaban en sus cuentas fuera de balance [2].
El objetivo principal era ayudar a la banca privada a transferir esos
activos problemáticos a los países europeos.
Una
de las medidas adoptadas para acelerar el trasvase de los activos de los
bancos privados y resolver la crisis bancaria fue el programa para
mercados de valores SMP [3], que permitió al Banco Central Europeo (BCE)
comprar directamente títulos de deuda pública y privada en los mercados
primario y secundario.
La operación relacionada con los títulos de
deuda pública es ilegal de acuerdo al Artículo 123 del tratado
[4] de la UE. Este programa es una de las varias "medidas no-estándar"
que desplegó entonces el BCE. (...)
En 2010 habría habido un escándalo de grandes
proporciones si estos mecanismos ilegales hubieran salido a la luz: la
violación del tratado de la UE, los cambios arbitrarios en las normas de
procedimiento por parte del BCE, Eurostat y el FMI, así como la
participación de Estados miembro en una sociedad luxemburguesa con fines
especiales.
Todo eso para rescatar a los bancos privados a costa de un
riesgo sistémico para toda Europa debido a las garantías
multimillonarias que habían acordado los Estados para cubrir los
problemáticos activos tóxicos desmaterializados y no negociables.
El escándalo nunca se produjo porque en la misma sesión extraordinaria
del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea de
mayo de 2010 [18], en la que se discutió la creación de la sociedad
"vehículo con fines especiales" EFSF, también se dio especial
importancia al "paquete de apoyo a Grecia" para que pudiera parecer que
ese mecanismo se creaba para Grecia y que con ello se aseguraba la
estabilidad financiera de la región.
Desde entonces Grecia ha
concentrado toda la atención, apareciendo constantemente en los
titulares de los principales medios de comunicación del mundo, mientras
que el mecanismo ilegal que ha sostenido de forma eficaz y beneficiado a
los bancos privados permanece en la sombra y casi nadie habla de él. (...)
Por lo tanto, la transferencia de activos tóxicos de
los bancos privados al sector público ha sido un éxito rotundo: para los
bancos privados. Y el sistema de deuda [21] esta siendo la herramienta
para ocultarlo.
Grecia fue arrastrada a este
escenario después de varios meses de continua presión por parte de la
Comisión Europea alegando inconsistencias en los datos estadísticos y la
existencia de un déficit excesivo [22]. Paso a paso se fue creando un
problema sobre esos asuntos, hasta llegar a mayo de 2010, cuando el
Consejo de Asuntos Económicos y Financieros afirmó: "En la estela de
crisis en Grecia, la situación en los mercados financieros es frágil y
existía un riesgo de contagio" [23].
Y por eso Grecia fue sometida a un
paquete que incluía la intervención de la Troika con severas medidas en
virtud de los planes de ajuste anuales, un extraño acuerdo bilateral
seguido de los "prestamos" del EFSF respaldados con instrumentos
financieros arriesgados.
Economistas griegos,
líderes políticos e incluso algunas autoridades del FMI habían sugerido
que reestructurar la deuda griega tendría mucho mejores resultados que
ese paquete. Esto se ignoró.
Las denuncias críticas
de la sobrestimación del déficit griego –que había servido para
justificar la creación del problema en torno a Grecia y la imposición
del paquete en 2010– fueron igualmente ignoradas.
Las serias denuncias realizadas por los especialistas griegos [24] sobre
la falsificación de las estadísticas también se pasaron por alto. Esos
estudios mostraron que 27.990 millones de euros inflaron las
estadísticas de deuda pública en 2009 [25], debido al falso incremento
en ciertas categorías (como DEKO, atrasos en los pagos de los hospitales
y SWAP Goldman Sachs). Las estadísticas de los años anteriores también
se habían visto afectadas por 21.000 millones de euros de contratos de
canje con Goldman Sachs repartidos ad hoc entre 2006, 2007, 2008 y 2009.
A pesar de todo esto, en una atmósfera de urgencia y riesgo de
"contagio", desde 2010 se han puesto en marcha extraños acuerdos, no
como una iniciativa de Grecia sino como mandan las autoridades de la UE y
el FMI, los cuales dependen del cumplimiento de un conjunto de medidas
económicas, sociales y políticas perjudiciales impuestas por los
memorandos. (...)
El Parlamento griego ya ha establecido la Comisión para
la Verdad sobre la Deuda Griega y nos ha dado la oportunidad de revelar
estos hechos; por eso es necesario repudiar el sistema de deuda que
subyuga no solo a Grecia, sino también a muchos otros países que están
siendo explotados por el sector financiero privado. Solo con
transparencia los países derrotarán a aquellos que quieren ponerlos de
rodillas.
Es hora de que prevalezca la verdad, es
hora de colocar los derechos humanos, la democracia y la ética por
encima de cualquier interés menor. Esta es la tarea que tiene que asumir
Grecia en este momento." (Maria Lucia Fattorelli , Rebelión, 27/06/2015)
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