Tras la burbuja inmobiliaria en España estaban los préstamos de la banca alemana a la española, y detrás de la enorme deuda pública griega estaban los préstamos de la banca alemana a los bancos y al estado griegos.
Y cuando los bancos españoles y griegos
no pudieron devolver el dinero a los bancos alemanes, el estado alemán
prestó dinero a los estados español y griego para que se los prestaran a
sus bancos y así éstos pagaran su deuda a los bancos alemanes.
Antepusieron así los intereses de sus bancos a todo lo demás.
Y para conseguir el dinero que se debía a
sus bancos, el estado alemán ha sido capaz de llegar a unos niveles de
dureza y brutalidad que incluso sorprendieron a autoridades monetarias
del Estado Federal de EE. UU.
En las recientes memorias del que fuera
equivalente a Ministro de Finanzas del Gobierno Obama, el sr. Timothy F.
Geithner, escribe que, en una conversación con el ministro alemán, le
sorprendió la dureza que Alemania estaba dispuesta a utilizar frente al
gobierno griego (anterior al de Syriza) en caso de que no siguieran las
normas que el estado alemán proponía para conseguir el pago de su deuda.
Y lo que es más preocupante es el apoyo del Partido Socialdemócrata
alemán a las reformas Schröder-Merkel y a las medidas propuestas por la
Canciller Merkel como condición del tercer rescate, que significan la
continuación de tanto dolor.
Una de ellas es la imposición de las
propuestas realizadas por el estado alemán (y aprobadas por las
instituciones europeas) de que se establezca un fondo de
privatizaciones, gestionado por las autoridades europeas, que fuercen al
estado griego a privatizar la propiedad pública de tal estado, a fin de
recoger 50.000 millones de euros.
Una de las primeras privatizaciones
ha sido la de los aeropuertos más rentables en las zonas turísticas
griegas (a unos precios irrisorios), vendiéndose a una empresa alemana
Fraport para su gestión.
Esta compañía alemana gestiona varios
aeropuertos en aquel país, incluyendo el de Frankfurt. Dígase como se
diga, es un pillaje de los recursos públicos griegos hecho bajo la
supervisión de las autoridades europeas (en las cuales la influencia del
estado alemán es mayor), pillaje que se realiza bajo la amenaza (y que
ya se realizó una vez) que el Banco Central Europeo no proveerá dinero
ni a los bancos ni al estado griego en caso de que se desobedezca.
Hoy
lo que estamos viendo en Grecia es la III Guerra Mundial, guerra que
está ocurriendo sin disparar un tiro y sin soldados, realizada por
individuos con corbata y con una sonrisa en sus labios, prototipo de la
burocracia europea y de los establishments financieros, económicos,
políticos y mediáticos europeos que están, a la vez que supervisando las
privatizaciones, imponiendo unos recortes de las pensiones, el 40% de
las cuales no llega al umbral de pobreza en aquel país.
En un lenguaje
bélico, esta situación se definiría como “la ocupación de Grecia por el
estado alemán”. En el lenguaje mediático tales términos no se utilizan
por considerarse provocadores, ignorando con ello que no es la narrativa
sino la realidad que aquella esconde la que debe denunciarse por haber
convertido “el sueño europeo” en una mayor pesadilla para los pueblos
tanto de la periferia como del centro de Europa."
(Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 20 de agosto de 2015, en www.vnavarro.org, 20/08/2015)
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