10.2.16

Alemania está conquistando Europa a base de reglas y de argumentos morales... que sólo le benefician a ella

"(...) En Europa, el diseño de las reglas como vehículo de ejercicio del poder es todavía mas intenso. Los ejemplos son múltiples, y van todos en la misma dirección: acomodar Europa a las necesidades alemanas. (...)

Un azar histórico que le permitió enfrentarse a la crisis con más margen de maniobra. Aun así, su sistema bancario tuvo que ser rescatado, y Alemania hoy es el país de la zona euro con mayor volumen de garantías públicas en el sistema bancario. (...)

Además, estructuralmente es una economía muy distinta al resto. Una alta tasa de ahorro, un enorme superávit por cuenta corriente, un sistema bancario dominado por los bancos públicos locales y regionales, una tasa bajísima de propiedad de vivienda. Estas diferencias implican que lo que conviene a Alemania cada vez conviene menos a la zona euro. Múltiples decisiones adoptadas en los últimos años revelan esta divergencia. La decisión de no mutualizar la resolución del problema bancario, de introducir el riesgo de impago de la deuda soberana, de diseñar la expansión cuantitativa del BCE en base a la cuota de capital de cada país en el BCE y de no mutualizar las posibles pérdidas, (...)

El proceso continúa. Argumentando que los bonos soberanos son activos con riesgo, la unión europea, debate la imposición de requerimientos de capital a las tenencias de bonos soberanos de los bancos. (...)

Una alternativa sería que todos los bonos tuvieran el mismo requerimiento de capital. Pero eso afectaría de manera negativa a los bonos alemanes y a la frágil banca alemana. Ya veremos cómo acaba.

Ninguna de las reglas adoptadas en los últimos años afectaban a la economía alemana —o se adoptaron una vez que Alemania había resuelto sus problemas (como la condición de aplicar pérdidas a los bonos bancarios en caso de ayudas públicas)—, o se le han otorgado excepciones (como no incluir su enorme sector bancario público en la supervisión europea). Alemania está conquistando Europa a base de reglas y de argumentos morales que, aunque puedan ser conceptualmente correctos, no lo son en la frágil situación actual. 

La crisis del sector bancario italiano es la víctima más reciente. La regla que obliga a aplicar pérdidas a bonos bancarios que se vendieron como si fueran depósitos seguros es políticamente explosiva, ha retrasado la gestión de los problemas de la banca italiana, y puede desencadenar una crisis financiera. La gestión de la crisis de los refugiados obedece al mismo patrón.

La amenaza de expulsar a Grecia de Schengen se basa en un informe técnico, pero tiene su origen en los tremendos problemas políticos que la crisis migratoria está generando en Alemania. 

El enfrentamiento del primer ministro italiano Renzi con la Unión Europea no es una casualidad. Es la rebelión a la estrategia envolvente de germanización de Europa, cuyo coste está empezando a ser excesivo. (...)

Ante el moralismo del ordoliberalismo alemán hay que defender las virtudes de una política keynesiana de apoyo al crecimiento potencial, necesaria en un momento de insuficiencia de demanda, entroncada en una política fiscal común que convierta a la zona euro en una verdadera unión monetaria.  (...)"               ( , El País  ,7 FEB 2016)

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