"La pregunta que ronda la mente de muchos es si los
principales bancos centrales de todo el mundo serán capaces de evitar
que la economía global acabe sufriendo una recesión o, pero aún, ser
víctima de la temida deflación.
"Probablemente podrán retrasar la
debacle pero no indefinidamente", reconoce desde J.P. Morgan Chase, Jan
Loeys. "Los bancos centrales tienen más inventiva y recursos de lo que
lo que considera el mercado, aunque es cierto que su munición comienza a
disminuir", añade.
Desde el banco estadounidense consideran que el
mercado está descontando descontando las probabilidades de una recesión a
un nivel demasiado alto, cuando en estos momento existen una entre
cuatro posibilidades de sufrir una contracción.
Sin
embargo, a pie de parqué, existe cierto escepticismo entre los
operadores sobre la capacidad de los bancos centrales de salvar un
descarrilamiento de la economía pese a las evidentes señales de los
distintos gobernadores y sus esfuerzos por hacer todo lo posible al
respecto. (...)
En estos momentos, los posibles shocks sobre las economías avanzadas son
limitados, aunque los bancos centrales como el Banco Central Europeo o
el Banco de Japón reducen sus balas en la recámara. Por su parte, los
presiones a la baja crecen entre las economías emergentes.
"Vemos una
recesión económica a dos años en el horizonte", matiza el experto de
J.P. Morgan Chase. Desde Bank of America Merrill Lynch, su estratega
jefe de divisas, John Shin, estima que "la debilidad en China y la caída
de los precios del petróleo continúan generando ansiedad en los
mercados y entorpeciendo la agenda de la Fed".
"Nuestras previsiones
siguen siendo las mismas, pero los riesgos sobre nuestras proyecciones
son elevadas", advierte." (Jose Luis de Haro (Nueva York
, El Economista, 1/02/2016)
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