"No hay pleno conocimiento y conciencia en las estructuras de poder
político y mediático (que en terminología anglosajona se llama el
establishment político-mediático) que gobiernan las instituciones de la
Unión Europea, así como las que gobiernan en la mayoría de países que
constituyen tal Unión, de lo que ha estado ocurriendo en la UE y las
consecuencias que las políticas propuestas e impuestas por tales
establishments han estado teniendo en las clases populares de los países
miembros.
Durante estos años, después del establecimiento de la Unión,
se ha ido germinando un descontento entre estas clases populares (es
decir, entre las clases trabajadoras y las clases medias de renta media y
baja) que aparece constantemente y que amenaza la viabilidad de la UE. (...)
Otro dato que muestra tal rechazo fue el surgimiento de partidos que
explícitamente rechazaron la Unión Europea, partidos cuya base electoral
fue precisamente la clase obrera y otros segmentos de las clases
populares que antes, históricamente, habían votado a partidos de
izquierdas, siendo el caso más conocido (pero no el único) el del
partido liderado por Le Pen y que, según las encuestas, podría ganar las
próximas elecciones en Francia.
En realidad, la identificación de los
partidos de izquierda tradicionales con la Unión Europea (y con las
políticas neoliberales promovidas por el establishment de tal Unión) ha
sido una de las mayores causas del enorme bajón electoral de estos
partidos en la UE (y, muy en particular, entre las bases electorales que
les habían sido más fieles, es decir, entre las clases trabajadoras). (...)
La evidencia es pues abrumadora que la identificación de tales partidos
de izquierda (la mayoría de los cuales han sido partidos gobernantes
socialdemócratas que han jugado un papel clave en el desarrollo de las
políticas públicas promovidas por la UE) con la Unión ha sido una de las
principales causas de su enorme deterioro electoral y de la pérdida de
su militancia. (...)
En realidad, el rechazo, siempre especialmente agudo entre las clases
populares, es claramente mayoritario entre la gran mayoría de la
población. Ahí vemos que, según la encuesta Pew, el 92% de la población
en Grecia desaprueba la manera como la UE ha gestionado la crisis
existente en Europa; tal porcentaje es de 68% en Italia, el 66% en
Francia y el 65% en España, países donde precisamente el descenso del
porcentaje de población con la opinión favorable de la UE ha sido mayor. (...)
Es en este contexto descrito en la sección anterior, que debe entenderse
el rechazo de las clases populares del Reino Unido, rechazo que ha ido
claramente acentuándose en los barrios obreros de aquel país, y muy en
especial en Inglaterra y el País de Gales. El voto de rechazo a la
permanencia en la UE procede en su mayoría de las clases populares.
Y ha
sido un voto no solo anti-UE pero también (y sobre todo) un voto
anti-establishment británico y, muy en particular, anti-establishment
inglés, siendo este último el centro del establishment británico, pues
concentra los mayores centros financieros y económicos del país. (...)
En realidad, el Reino Unido es el país donde el porcentaje de población
opuesta a dar mayor poder a la UE es mayor (65%) después de Grecia (68%)
Y, según otras encuestas, el sector menos entusiasta con la UE eran las
clases populares, que gradualmente han ido transfiriendo su apoyo
electoral del Partido Laborista al partido UKIP (el partido anti EU). (...)
Ante esta situación, el establishment político-mediático europeo quiere
presentar este rechazo como consecuencia de un retraso cultural de las
clases populares, todavía estancadas en un nacionalismo retrógrado, que
incluye un chauvinismo anti-inmigrante que merece ser denunciado.
John
Carlin, en el El País, 24.06.16, define este rechazo (Brexit) como
resultado “de la mezquindad, ignorancia, carácter retrógrado, xenofobia y
tribal” de los que votaron en contra de la permanencia. Y así se está
interpretando, por parte de la mayoría de los medios de comunicación
europeos, el voto de rechazo a la UE por parte de las clases populares
británicas.
Este mensaje intenta ocultar las causas reales de tal
rechazo, causas que he descrito en este artículo. Olvidan que, si bien
todos los xenófobos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la
UE, no todos los que así votaron eran xenófobos. (...)
Lo que pasa en Francia, dónde hay un gobierno socialdemócrata que está
intentando destruir a los sindicatos (como la señora Thatcher hizo en el
Reino Unido), o en España, dónde el PSOE fue el que inició las
políticas de austeridad, son indicadores de esta falta de comprensión de
lo que está ocurriendo en la UE, y que es el fracaso de las izquierdas
para atender a las necesidades de las clases populares.
De ahí la
transferencia de lealtades que están ocurriendo, en lo que refiere a los
partidos. (...)" (Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 25 de junio de 2016, en vnavarro.org, 25/06/16)
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