1.7.16

Polarización del voto entre las zonas pobres y la más ricas... en el 'brexit', en las elecciones romanas. Se llama revuelta contra las élites

"(...) ¿Será una casualidad que los trabajadores y barrios populares hayan votado mayoritariamente por el Leave, mientras que los barrios burgueses y acomodados hayan hecho exactamente lo contrario? Ahora alguien, de "izquierda", nos dirá que el malestar social no depende sólo de la Unión Europea. Gracias, ya lo sabíamos. Pero esa '' Europa” que tanto amas, ¿no es quizás la que mejor garantiza el predominio del capital, la explotación de los trabajadores, el pleno despliegue de la desigualdad social ? 

De esto también hay que estar informado. Por lo menos tanto como los millones de proletarios que - menospreciando la posición patética de Corbyn - han votado por la salida de la UE. Pintoresco, desde este punto de vista, la actitud de muchos comentaristas que ayer - mientras tenía lugar la votación - no sabían explicarse el por qué de esta polarización de clase, en su opinión un "mundo al revés", ya que de acuerdo con su relato " Europa protege a los más débiles ". 

Pequeña digresión en clave italiana: esta notable polarización del voto entre las zonas pobres y la más ricas, no es casual que recuerde la victoria del Partido Demócrata en los Parioli (barrio rico) y la del M5S en los suburbios romanos? Es evidente que el fenómeno es el mismo, y se llama revuelta contra las élites, en contra de la verdadera casta social que siempre se las arregla para imponer sus privilegios, en contra de la clase política que representa los intereses de esa élite. 

Ahora pretenden distraernos con los movimientos de los mercados financieros, violentas fluctuaciones, pero normales, puesto que los amos de las finanzas tenían puestas sus ilusiones, hasta ayer por la noche, en el éxito del Remain. Pero si sus señorías tiemblan, es por otra razón, puramente política. 

Todo el mundo sabe que la UE tiene ahora la pelota, y que esto podría ser sólo el comienzo de un proceso disgregador sin fin. Y todo el mundo sabe que el resultado del referéndum británico no es el resultado peculiar de un pueblo extraño, sino un síntoma inequívoco de la incurable enfermedad representada por el cáncer europeísta. 

Y entonces, ¿dónde está lo extraño? Por supuesto, a los Euristas no les gusta recordar, pero cada vez que la gente fue capaz de expresarse (Francia, Holanda, Irlanda, Grecia) han dicho que no siempre a la Unión y sus tratados. ¿Una casualidad? ¿Mala percepción de los pueblos "poco preparados para la democracia "? ¡Pero, por favor ...!  (...)"            (Emmezeta, en Rebelión, 30/06/16)

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