1.12.16

Joseph Stiglitz: la economía del euro hizo a los países pobres más pobres y a los ricos más ricos. El paro español es consecuencia de la pertenencia al euro

"(...) El análisis de Joseph E. Sitglitz, premio Nobel de Economía en 2001, no encaja precisamente con la corriente mayoritaria de críticas a la moneda única. El catedrático de la Universidad de Columbia es un apasionado del proyecto europeo, que considera superior al de Estados Unidos. 

"El modelo social europeo", explica a Alternativas Económicas, "era una alternativa al modelo de desigualdad de Estados Unidos". "Pero si el euro lo destruye", añade, "entonces sólo nos quedará Suecia, Noruega, pero estos Estados son demasiado pequeños para considerarlos un modelo europeo".  (...)

Stiglitz sostiene que "si no se quiere el modelo neoliberal de Estados Unidos ni un modelo socialista, ¿entonces qué esperanza podemos tener?". Su opción es el proyecto europeo, pero "el problema es que el modelo social europeo no funciona".

Stiglitz profundiza en sus análisis sobre Europa en su reciente libro El euro. Cómo la moneda común amenaza el futuro de Europa (Taurus). Es desde una posición claramente europeísta que el profesor estadounidense expresa sus preocupaciones sobre el futuro del proyecto de la Unión Europea.

¿Qué es lo que ha fallado? ¿La estructura de la unión monetaria o las políticas que se han aplicado después en la zona euro?

Ahora en Estados Unidos cuando se analiza por qué los países de la zona euro se comportan de una manera tan pobre, casi todo el mundo está de acuerdo en que el euro no funciona bien. La mayoría cree que se ha incurrido en numerosos errores políticos: por ejemplo, la manera en que se trató a los bancos en Irlanda o la forma en que se abordó el déficit en Grecia.

 En mi libro planteo que los políticos más geniales, aunque vayan con sus mejores intenciones, no pueden lograr que el euro funcione sin romper las reglas que lo crearon, sin constituir nuevas instituciones como un seguro de depósitos europeo o los eurobonos. La idea básica es, pues, que si se quiere que la zona euro funcione hay que cambiar no sólo las políticas, sino también la estructura.

¿Los fallos de construcción del euro se deben a la ideología que dominaba, sobre todo en Alemania, en aquel momento?

El euro fue fundado en un momento determinado, en 1992. En aquel momento la ideología dominante era compartida por Alemania, pero también por otros países. Las ideas dominantes eran que si se controlaba el déficit y se mantenía la inflación baja, el mercado ya arreglaría el resto de problemas. Pero la crisis asiática de 1997 demostró que esto era un error. 

Y la crisis financiera global de 2008 ratificó aún más que dejar la solución en manos del mercado era una equivocación. Lo que ha ocurrido es que en 2010, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha cambiado de pensamiento y se ha dado cuenta también de que estas ideas de limitarse a controlar el déficit y la inflación eran equivocadas y que se necesitan políticas expansivas, pero Alemania y algunos países no lo ven así.

Usted subraya que el euro no ha generado prosperidad y tampoco ha reducido las diferencias entre los países europeos. Es más, incluso destaca que ha aumentado las diferencias.

Efectivamente. Se puede decir que la crisis financiera global contribuyó a agravar los problemas en Europa, pero todo el mundo reconoce que la prueba del euro se verificó cuando apareció la crisis. Y cuando surgió la crisis, el euro falló. Lo mismo ocurrió en el plano político, cuando aparecieron fuerzas políticas que pusieron a prueba la política de solidaridad. 

Por ejemplo, cuando Europa se amplió al Este se crearon fuertes presiones migratorias mucho más fuertes que las existentes cuando se creó la Unión Europea. Y estas presiones aumentaron los problemas económicos y políticos y crearon más euroescépticos. En esta situación la economía del euro hizo a los países pobres más pobres y a los ricos más ricos.

Aumentó la división y las políticas de la troika aplicadas al Sur la hicieron crecer más. El resultado es que Alemania, que pensaba que estaba ayudando a Grecia, estaba cada día más enfadada con los griegos y éstos a su vez cada vez más irritados con los alemanes. Así que en lugar de lograr más solidaridad, lo que se ha conseguido es más división.

Para muchas personas, el euro es la profundización lógica del mismo proceso de construcción europea. Pero usted distingue entre el proyecto europeo y el euro. Usted está claramente a favor de la Unión Europea, pero ve muchos problemas con el euro. Dice que el proyecto europeo es demasiado importante y no se puede permitir que sea destruido por el euro.

Exactamente. Cuando uno considera la moneda, un pedazo de papel, se ve claramente que es un medio, no un fin en sí misma. El dinero es un medio, no un fin. El acuerdo monetario es un medio, no un fin. Si la moneda se convierte en un fin en sí mismo e impide conseguir el objetivo, entonces tienes que repensar el medio.

De todas formas usted dice en su libro que el euro puede y debe ser salvado.

Lo que digo es que la Unión Europea tiene que ser salvada y que el euro puede y debería ser salvado, pero no a cualquier precio.

Para salvar el proyecto de la moneda única, propone una serie de reformas. Usted compara el triple mandato de la Reserva Federal de Estados Unidos (crecimiento, empleo y estabilidad de los precios) con el único objetivo del Banco Central Europeo (control de la inflación). En su opinión, la reforma más urgente es lograr un compromiso por el pleno empleo en Europa. ¿Cuál es su recomendación concreta?

Después de la Segunda Guerra Mundial, la mayor responsabilidad de un gobierno en una economía moderna es lograr el pleno empleo. Esto no lo hace el mercado. Si no se siente esta responsabilidad, se derrochan los recursos, se crea desigualdad y se crea sufrimiento. Por tanto, la principal responsabilidad del Gobierno es lograr el pleno empleo. Pero si el diseño del euro impide el pleno empleo, entonces hay replantearlo.

 ¿Qué significa todo esto? Pues que todas las instituciones deben ser coherentes con mantener el pleno empleo. Una de las instituciones más importantes es el Banco Central Europeo y éste no está pensando ahora en el pleno empleo.

En el caso de España, ahora tenemos el 19,5% de desempleo y más del 43% de paro juvenil, que son claramente insoportables. En 2012, en el momento peor de la crisis, superamos el 26% de desempleo. ¿Cree que esta situación es consecuencia de pertenecer a la zona euro y de sus políticas?

Oh, claramente es parte de esto, porque si España no perteneciera a la zona euro podría devaluar su moneda, sus exportaciones se habrían incrementado y su economía podría ser estimulada, y así tendrían más crecimiento, más trabajo y menos paro. 

Muchos políticos y académicos dicen que la solución es "más Europa". Pero "más Europa" significa más solidaridad de los países ricos hacia los pobres, y entonces viene Alemania y dice que esto es "la Europa de transferencias" a la que se opone frontalmente. ¿Entonces qué se puede hacer?

Este aspecto es precisamente el más interesante de mis debates durante este viaje a Europa. Hay políticos y economistas que dicen que para "salvar el euro hay que hacer más Europa". Son personas que creen dos cosas contradictorias al mismo tiempo. Porque decir que para salvar el euro necesitamos "más Europa", lo cual supone más transferencias teniendo en cuenta que Alemania no quiere, no es una conclusión lógica.

¿Cree que es posible que el euro pueda funcionar con un presupuesto europeo del 1% del producto interior bruto (PIB) de la Unión?

No, si se quiere mantener el euro. Sí, si sólo se quiere tener un acuerdo comercial. Sí, si sólo se quiere tener un pequeño proyecto europeo, un acuerdo comercial, un Erasmus un poco mayor. Pero si se quiere tener una real integración política y económica, obviamente no.

Durante los últimos años, los comisarios de Competencia, primero Joaquín Almunia, y recientemente Margrethe Vestager, han abierto investigaciones a los acuerdos que facilitan la evasión fiscal entre algunos países (Irlanda, Luxemburgo y Holanda) y algunas multinacionales (Apple, Amazon y Starbucks), que suponen graves perjuicios para el sostenimiento de los servicios públicos de estos países. ¿Qué opina de estos acuerdos?

Cuando un Estado roba los impuestos a otros Estados esto crea muchos perjuicios. Esto es una de las externalidades importantes de la zona euro, como puede ser la medioambiental. Lo que le puedo decir es que cuando hice unas declaraciones contra el acuerdo de Apple y el Gobierno irlandés en una radio irlandesa, mucha gente me escribió para darme las gracias y decirme que lo que hizo el Gobierno fue un mal acuerdo para su país.

¿Qué consejos daría a nuestro Gobierno para afrontar sobre todo el gran problema del desempleo? 

Creo que el primer consejo sería que tratara de trabajar con otros países para reformar la zona euro. Y el segundo consejo sería empezar a pensar en un debate abierto sobre las alternativas posibles.

¿En qué alternativas está pensando?

En cómo organizar un euro más flexible. También cómo animar a las universidades a estimular más debates sobre las actuaciones del Gobierno, lo que significa conectar con la sociedad para afrontar los efectos de la crisis financiera.   (...)

En su libro El euro usted llega a conclusiones muy deprimentes sobre el proyecto europeo, pero al mismo tiempo se proclama optimista. ¿Cómo puede explicar esto?

Bien. La esperanza es la base del optimismo. Hay que distinguir entre las desgracias naturales como un huracán, en las que no podemos hacer nada, y los problemas causados por los hombres. Hay cosas que exceden nuestro control. Pero los problemas causados por los hombres siempre se pueden resolver por los hombres. (...)

La separación del Reino Unido de la Unión Europea, el proceso conocido como Brexit, ha abierto la última crisis de la UE. ¿En su opinión, el Brexit es un primer paso que será seguido por otros países o una oportunidad para replantear el proyecto europeo?

Espero que sea un paso para repensar Europa. La reacción de algunas personas como Jean-Claude Juncker no fue positiva. Subrayó en lo que no estaba de acuerdo. Juncker no dijo "tenemos que explicar a nuestros ciudadanos los beneficios del euro y de la Unión Europea". No dijo "tenéis que estar seguros de que la Unión Europea es beneficiosa para los ciudadanos". Su postura no fue una agenda positiva. (...)"               (ENTREVISTA  Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, eldiario.es, 14/11/16)

 
 Alternativa a la salida del euro:  europeseta electrónica de circulación interna 

Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción, sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.

Los únicos perjudicados, los especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: Europa, 2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467  )


Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:  

Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html


Para salir de la crisis sin salir del euro: España debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html  

Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815

Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:


Hay alternativas, incluso dentro del euro. Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/
 

Más información en: 'Si Grecia, España, o Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar créditos a familias y empresas':    http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html

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