"(...) Sus diferencias son más técnicas que estratégicas y no siempre
fáciles de concretar. Ellos detestan el “falso debate” y los
“reduccionismos” pero el meollo es este:
1. LA RELACIÓN CON IU
PABLO IGLESIAS (PI).
Defendió la coalición electoral Podemos-IU para el 26-J y desde
entonces ha advertido que esa alianza debe ir más allá de las urnas.
Alberto Garzón quiere que la integración se haga “cuanto antes”.
Iglesias no ha concretado los plazos ni cuál sería la estructura
orgánica de esa suma, aunque apunta a una coalición de partidos de
izquierda. Considera que el proceso no tiene "marcha atrás" posible.
ÍÑIGO ERREJÓN (IE). Nunca
le convenció la alianza electoral, aunque acabó por aceptarla. Cree que
con esa fórmula Podemos perdería la identidad y al grueso de su
electorado. Ha advertido a Iglesias de que esa integración conducirá al
fracaso. Preguntado si aceptaría la fusión fue claro: “Rotundamente no”.
2. CÓMO VENCER AL PSOE
PI.
Podemos no logró el ‘sorpasso’ y ahora quiere vencer al PSOE
aprovechando la ausencia de liderazgo socialista. Está determinado a
atacarlo constantemente y utiliza buena parte de la artillería
parlamentaria en duras críticas, como la de la “cal viva”. Sitúa como
objetivo fundamental erosionar a los socialistas y convertirse en el
líder de la oposición. Se negó a abstenerse para facilitar la
gobernabilidad de Pedro Sánchez.
IE. Considera
que Podemos no podrá ser una fuerza mayoritaria capaz de gobernar si no
logra seducir al votante socialista desencantado. Para lograrlo,
entiende que debe tratar a sus militantes con respeto, no desde el
ataque. Prima sacar adelante leyes sociales, si hace falta consensuadas
con el PSOE, a destruir al adversario. Dirigentes de su entorno pidieron
abstenerse en la investidura de Pedro Sánchez.
3. TRINCHERAS O UTILIDAD
PI. Cree
que la vuelta del PP a la Moncloa espoleará una oleada de protestas
sociales y que Podemos debe enfatizar su presencia en las calles para
alinearse con “los que sufren”. Defiende que el trabajo en la oposición
es en vano y ha llegado a calificar algunas iniciativas como “papel
higiénico”. Sin gobernar, opina, no se puede transformar la sociedad y
hay que resistir en las trincheras. “Las instituciones se pueden
convertir en una trituradora de la decencia”, opina.
IE.
Defiende que la oposición sí tiene capacidad transformadora, que se
puede ser útil. Cree que el trabajo parlamentario es positivo en dos
direcciones: permite aprobar leyes más justas y derogar las más dañinas
del PP, y además, genera más certezas a un electorado que, aunque
simpatiza con Podemos, necesita más seguridad para votarles. Entiende
que la derogación de la Lomce o la de la 'ley mordaza' son victorias.
4. DOLOR O ILUSIÓN
PI.
Opina que Podemos debe “politizar el dolor”, amplificar el malestar de
las clases más desfavorecidas y expresar su “rabia”. Iglesias cree que
ese dolor de la población más afectada por los recortes del PP
desencadenará protestas sociales y que Podemos debe apoyarlas. En los
últimos meses ha incrementado su presencia en manifestaciones contra la
pobreza energética y los CIE.
IE. Insiste en que
el alma de Podemos es la de la ilusión y la esperanza de un futuro
mejor. Cree que las protestas surgen o no, pero son de la sociedad civil
y un partido no las puede decretar. Opina que ahora desde la oposición y
más adelante desde el Gobierno el partido debe mejorar la vida de los
ciudadanos con propuestas útiles y no enconarse en mitificar un rencor
que es legítimo pero incapaz de cambiar nada.
5. IDENTIDAD OBRERA O PUEBLO
PI.
Sitúa a Podemos como el partido que defiende los intereses de la clase
obrera. Exalta la identidad de clase y el orgullo de pertenencia a los
barrios humildes. ”Sólo podemos ganar si somos capaces de politizar el
orgullo de lo popular”, insiste. Repite en sus discursos que vive en
Vallecas y exalta las virtudes de lo proletario frente a las élites
antagonistas. En los últimos meses ha incrementado esta apelación.
IE. Cree
que para sumar más simpatizantes, Podemos no puede etiquetarse como
obrero, porque excluye otras realidades. Opina además que la clase
obrera tiene la legitima aspiración de mejorar sus condiciones y que
Podemos no está para exaltar la dureza de su realidad, sino para
garantizarles un futuro mejor. Cree que el partido debe defender
demandas transversales y construir pueblo.
6. UNIFORMIDAD O DIVERSIDAD
PI. Ha
pedido a la cúpula que las familias de Podemos desaparezcan después de
Vistalegre II. Argumenta que las ideas no deben generar bloques ni
corrientes puesto que considera que esto es un rasgo de la vieja
política que el partido morado no puede heredar. Pide “unidad” y, aunque
defiende los debates abiertos, alerta del riesgo que, a su juicio,
comporta hacerlo en redes sociales o en los medios de comunicación.
IE. Advierte
de que el concepto “unidad” es tramposo porque socava el derecho a
discrepar y a defender otras ideas. Insiste en que la diversidad y el
debate son consustanciales a Podemos y que sería un error someterse a un
criterio impuesto sin poder ser confrontado en el debate. Sugiere que
los pablistas tratan de imponer el marco de la unidad para evitar entrar
en el fondo, como cuál es el rumbo político a tomar tras Vistalegre II.
7. EL TONO
PI. Iglesias
asegura que fue un error “disfrazarse” de líder tranquilo en la campaña
del 26-J. Reivindica un tono “duro” y saca pecho del discurso de “la
cal viva”, aunque antes de las elecciones pidió perdón por esas
palabras. Sus intervenciones han ido poblándose de términos abruptos.
“Estoy en la tribuna del Parlamento cagándome en los muertos” de las
clases que tienen asistenta doméstica, dijo.
IE. Opina
que la radicalidad no significa decir palabras gruesas, sino hacer
políticas útiles que reviertan los recortes del PP. Advirtió a Iglesias
(antes y después) que el discurso de “la cal viva” era un error.
Consicente de la agresividad de la imagen del secretario general,
preparó una campaña de mano tendida para suavizarla. No se siente cómodo
con intervenciones que incluyen insultos.
8. MIEDO O CERTEZAS
PI.
Sostiene que en la Transición PSOE y PCE renunciaron al marxismo y al
leninismo para no dar miedo, pero cree que el 15-M demostró que la
juventud ya no siente ese temor. Opina que la sociedad está preparada
para que Podemos diga “la verdad” y reivindica que el partido debe “dar
miedo” a las clases dirigentes.
IE. Está
empeñado en que Podemos tiene que “sumar a los que faltan” y que el
único modo de lograr seducir esa mayoría social es aportando
credibilidad con un trabajo profesional intachable. Opina que avivar el
miedo es contraproducente y que Podemos debe tender la mano sin pedir
carnés a quienes provienen de otras opciones políticas. Defiende un
partido "anfibio" con un pie en la calle y otro en las instituciones.
9. SUS ENTORNOS
PI.
Su equipo fue rotando el año pasado. En los últimos meses se ha
acercado a personas próximas a IU. Sus asesores apoyaron el discurso de
“la cal viva” y cuando llamó “don Pantunflo” a Eduardo Inda. Le rodean
‘mayoralistas' [Rafael Mayoral] y bescansistas [Carolina Bescansa] pero
estos dos grupos también mantienen ciertas tensiones entre si. Algunos
de sus asesores piden que Errejón renuncie a su familia.
IE. Dice
el errejonismo que se ha convertido en un hospital de campaña al que
han ido a parar dirigentes que han abandonado las filas del pablismo.
Tiene de su parte a los intelectuales del partido. Los suyos siguen
considerando a Iglesias el líder, tienden a evitar cargar contra él y
achacan su cambio a las presiones de su ‘nuevo’ entorno. Errejón ha
anunciado que si hay represalias por discrepar asumirá “todas las
consecuencias”.
10. LA ESTRUCTURA
PI. Hasta
ahora apenas ha habido votaciones en los órganos de dirección del
partido. Ni en la ejecutiva ni en el Consejo Ciudadano Estatal (CCE) se
votaron las decisiones más polémicas, como si abstenerse o no en la
investidura de Pedro Sánchez. Iglesias ha pedido que el CCE esté menos
vinculado al secretario general y “firme contratos con la ciudadanía”.
Dice que hay que evitar repetir un modelo “presidencialista”.
IE. Quiere
reducir el poder del secretario general y aumentar el del Consejo
Ciudadano Estatal. Considera que el líder no puede imponer cambios en la
ejecutiva si no son refrendados por el máximo órgano entre asambleas.
Pide que las decisiones se voten y una mayor cercanía a los círculos y a
los territorios. Admite que fue un error diseñar un partido con una
estructura tan vertical." (Iolanda Mármol , El Periódico, 07/01/17)
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