"(...) Los índices de desigualdad están creciendo incluso si nuestros
gobiernos hablan de subidas de PIB. ¿Cree que se puede decir que la
crisis económica forma parte del pasado?
Es que no creo que
sea una crisis. Una crisis significa algo terminal, significa que o vas a
recuperarte o vas a morir, pero no dura casi diez años. Esto no es una
crisis, es una enfermedad que está siendo fomentada por las políticas
económicas actuales. En realidad, la austeridad funciona muy bien para
lo que ha sido diseñada: transferir riqueza de abajo a arriba. Y nos han
convencido de que es el mejor resultado.
¿Qué opina de la
idea de que el desempleo está creado por los gobiernos y por los poderes
para mantener a la gente con miedo, para que no se rebelen?
No
sé si es deliberado crear miedo. Pero escuché una charla de Tony Benn
(un destacado diputado laborista británico, fallecido en 2014) en la que
empezaba diciendo “el miedo es la disciplina de la economía
capitalista”. Es una manera muy elegante de decirlo. Si los gobiernos lo
hacen aposta, no lo sé, porque tendrían mucho más éxito y serían
reelegidos si luchasen contra el tipo de desigualdad que vivimos en
nuestros países.
A mediados de los años 70, en Europa las rentas
del trabajo eran el 70% y las del capital del 30%. Ahora las rentas del
trabajo son del 60% y las del capital del 40%. Así que se ha perdido un
10% de riqueza en el bolsillo de la gente.
Un 10% del PIB europeo son
algo así como 1,6 billones. Es mucho dinero que no va a ir al consumo y
la inversión europeas, y que no pagará impuestos por ello.
Así
que no es un misterio que en los últimos años la gente tenga menos que
gastar, que la gente esté corta de dinero. Entonces la pregunta es
pertinente.
¿Es que los gobiernos lo hacen aposta o es que no saben
economía? Pero lo que es cierto es que hay una economía equivocada (la
de la austeridad) que se ha convertido en la biblia. Y para convencer de
ella hay enormes inversiones en think tanks, en libros, artículos, tribunas universitarias, jueces, instituciones religiosas.
Gramsci
en los años 20 ya dijo “puedes ganar a través de la violencia, pero
también a través de sus cabezas. Y para hacer eso tienes que usar las
instituciones”. Y eso es lo que la izquierda no ha entendido y la
derecha, sí. La izquierda cree que sus ideas son tan estupendas que no
hay que defenderlas (somos generosos, somos simpáticos, defendemos los
derechos humanos).
Pero el problema es que la derecha ha logrado
enmarcar estas cuestiones de manera que han dicho a la gente, y les han
convencido: “Si no tienes trabajo y eres pobre, es tu culpa. No eres
organizado y te mereces lo que tienes”. Mucha parte de este mensaje ha
sido interiorizada.
¿En qué se nota?
Ahora hay
gente que se está rebelando, pero la mayoría vota contra sus intereses,
vota a Trump. Todo su Gabinete proviene de las grandes empresas. Pero la
gente corriente vota esto, creen que en su interés.
El Brexit es
parecido, creo que la gente corriente tiene una idea equivocada de lo
que va a pasar allí, porque las leyes sociales británicas son peores que
las europeas, en cuanto a salario mínimo, horas extra, en aspectos
sociales van a estar peor, pero lo votaron probablemente por miedo a la
inmigración, aunque estén equivocados." (Entrevista a Susan George, Marina Estévez Torreblanca , eldiario.es, 27/01/17)
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