"España no es un país para jóvenes, pero, además, bajo la actual
súper-estructura, es un país sin futuro. Los datos que hemos conocido
esta semana -Encuesta Financiera de las Familias y Encuesta de Población Activa
(EPA)- contradicen profundamente la imagen que de nuestro país
transmiten las élites políticas y económicas dominantes.
Hay una intensa
crisis del factor trabajo. Encontrar un empleo no garantiza sortear la
pobreza y tampoco permite a los jóvenes emanciparse. Como consecuencia
se disparan los índices de exclusión social. La última reforma laboral
tenía como objetivo final repartir la miseria, y así dar una imagen
distorsionada de la realidad laboral.
El empleo que se crea es temporal y precario, inestable y de bajos
salarios. Todo es humo, no hay nada, ningún cambio de modelo productivo
basado en la industria, en la innovación, en el conocimiento, en las
nuevas tecnologías y en otras milongas que nos vendieron. Pretenden,
además, reactivar otra burbuja inmobiliaria.
Fracasarán. El resultado final, evidente, tal como recogía la Encuesta
Financiera de las Familias, la renta y riqueza de las familias jóvenes
desaparece, se evapora, se esfuma, solo les quedan deudas que pagar y
que en muchos casos están sufragando sus progenitores.
Se están consolidando las tendencias alarmantes que daban forma a las
principales características de la fuerza laboral y demográfica patria:
salarios estancados, mano de obra poco cualificada, envejecimiento
poblacional. Hace ya mucho tiempo que saltaron todas las alarmas. (...)
Y nuestra clase política ensimismada en lo suyo. ¿Es de recibo aguantar a
un personaje que, cual vulgar chaman, ante la escalada vergonzante del
precio de la luz, lo deja todo al libre albedrio de las lluvias?
La EPA del cuarto trimestre es un reflejo de todo ello, del modelo
productivo por el que optó finalmente España: país de camareros,
desindustrialización, salarios bajos y precariedad laboral. Se reduce el
desempleo en 83.000 personas. Pero hay truco, coincide con una
reducción del número de personas activas en 102.400.
En los últimos
meses del año, por lo tanto, 19.400 personas han perdido su empleo.
Hemos entrado en una fase de crecimiento de la economía en la que se
reparte la miseria, y el empleo que se crea es de muy baja calidad, muy
precario y, como tal, inestable y poco productivo. Como consecuencia, la productividad de los factores productivos se hunde.
Salarios bajos, hundimiento productividad de los factores productivos, brusco descenso de la población activa, unido a la demografía y la falta de voluntad política amenaza nuestro sistema público de pensiones. De eso ya hemos hablado largo y tendido.
Entonces, ¿qué narices aplauden y celebran quienes nos
desgobiernan? ¿Han hecho un recuento de cómo ha cambiado el mercado
laboral desde que llegaron al poder? Permítanme desglosar las grandes
cifras.
Si comparamos los datos de empleo del último trimestre del 2011,
cuando el actual ínclito monclovita llegó al poder, con los datos del
cuarto trimestre de este año el número de parados ha descendido en
1.049.500 personas.
Pero de ellos tan sólo 355.100 han encontrado trabajo,
el resto han dejado de contar como parados al tratarse de inactivos,
bien por jubilación o por no estar en búsqueda activa de empleo, o
directamente porque se han ido del país. Sólo se han creado 355.100
empleos netos en cinco años, mientras el número de horas semanales
trabajadas ha descendido. Se reparte miseria.
Desde
estas líneas, con el fin de evitar erróneas interpretaciones de los
datos del mercado laboral, especialmente los de la EPA, propuse hace más
de dos años una solución, que el INE imitara al Bureau of Labour
Statistics de los Estados Unidos, y publicara distintas medidas de tasas
de paro que reflejaran la actual precarización.
Los economistas que
analizan la economía estadounidense suelen utilizar una medida de tasa
de paro muy conocida por sus siglas, U6, o "unemployment 6" y que
refleja mejor la realidad del mercado laboral. En ella se añade a la
cifra de desempleados, las personas que trabajan a tiempo parcial, y
aquellas con un contrato temporal de forma involuntaria, ya que no han
encontrado un empleo a tiempo completo y con contrato indefinido.
El
profesor Florentino Felgueroso los publica y los mejora, ya que refina
el cálculo de U6 al añadir otros trabajadores temporales involuntarios,
obteniendo U7 o “unemployment 7”. Esta cifra supera los 10 millones de
personas, es decir, el 45% de la oferta de trabajo potencial, récord
mundial.
Frente a la desesperanza existe una
alternativa económica: la Teoría Monetaria Moderna con su propuesta
estrella, el trabajo garantizado.
De ello ya hemos hablado largo y
tendido. Pero la reacción de ciertas élites contra el trabajo
garantizado, bajo plena soberanía monetaria, es un reflejo de lo que se
pretende, seguir utilizando el miedo como medida disciplinaria. ¿Hasta
cuándo?" (Juan Laborda, Vox Populi, 29/01/17)
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