"(...) La economía global, profundamente inestable, podría registrar una
notable desaceleración a partir del eslabón que, tanto analistas como
economistas, consideran más fuerte, los Estados Unidos.
La razón hay que buscarla en un riesgo endógeno olvidado por gran parte
de dichos analistas y economistas, el inicio de un nuevo ciclo de
aversión al riesgo en los mercados financieros, profundamente
sobrevalorados.
Dicho ciclo se iniciaría en los mercados financieros
yankees, los más sobrevalorados del planeta, con una divisa
excesivamente apreciada, y en un contexto de desaceleración-recesión de
dicha economía no anticipada por la mayoría de analistas. Pero vayamos a
los datos. (...)
Para Estados Unidos disponemos del modelo GDPNow
alimentado por la Reserva Federal de Atlanta, y que ofrece una previsión
o estimación oficial del PIB actual, previa a su publicación y que se
va modificando con la publicación de nuevos datos, tanto de indicadores
de actividad como de encuestas.
Con los datos publicados este viernes de
consumo y renta personal prevé un crecimiento intertrimestral
anualizado del +1,8% para el trimestre en curso, lo que supone una
fuerte desaceleración respecto a lo que preveía con anterioridad a la
publicación de este dato.
La evolución del mismo sugiere que los Estados
Unidos podrían registrar un crecimiento inferior al 1% intertrimestral
anualizado. Prácticamente ha acertado todas las previsiones desde su
aparición en el año 2015. (...)
La razón de la fuerte desaceleración que el modelo GDPNow apunta para
los Estados Unidos es el hundimiento del gasto personal en términos
reales en enero de 2017. Cayó un -0.3% desde diciembre. Se trata del
registro más bajo desde septiembre de 2009, justo después del final de
la Gran Recesión, según el National Bureau of Economic Research (NBER)
en junio de 2009.
Coincide además con un momento en el que los mercados
financieros asignan una probabilidad de aumento en los tipos de interés
oficiales por parte de la Reserva Federal del 82% en su reunión del 15
de marzo. Pero ya veremos.
Estamos en el final de la aparente recuperación económica impulsada por
los estímulos de Obama y de la Reserva Federal. Y aunque no es culpa de
Donald Trump, como no se remangue y se ponga a trabajar duro durante los
siguientes trimestres, implementado las distintas propuestas económicas
que contenía su programa, la economía estadounidense colapsará,
arrastrando al resto de las economías del planeta.
Para ello debería
empezar a poner en macha el tan cacareado plan de gasto en
infraestructuras públicas, de hasta un billón de dólares, en un contexto
donde la inversión privada está estancada por falta de demanda
efectiva. Y todo ello combinado con otra de sus promesas, la subida del
salario mínimo a 10 dólares la hora.
Como dudo que al final se haga todo aquello que se recogió en dicho
programa económico, hemos de estar preparados para el siguiente
cataclismo, que vendrá de nuevo de un aumento de la aversión al riesgo
en los mercados financieros, tal como sucedió en 2000-2002 y 2007-2009. (...)" (Juan Laborda, Vox Populi, 05/03/17)
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