"(...) Grecia, un país en quiebra que los portavoces oficiales de la Troika consideran que “está haciendo los deberes” y cumpliendo con sus obligaciones financieras, que le permitirá equilibrar sus cuentas y pagar sus deudas. (...)
Grecia va bien, con un desempleo del 23% y de un 44% entre los más
jóvenes. Grecia va bien, con un Estado en bancarrota, que debe 320.000
millones de euros, cuando su PIB sólo suma 181.000 millones. Grecia va
bien, con un 15% de la población considerada de “extrema pobreza”.
Grecia va bien, cuando las pensiones han sufrido un recorte del 40%.
Grecia va bien, con un IVA disparado (el 24% en alimentación, que es la
base de las rentas bajas). Grecia va bien, con un impuesto sobre la
propiedad – que tenía que ser transitorio – y que se ha oficializado
para quedarse, impuesto que supone una media de 650 euros para los
cuatro millones de propietarios (cualquiera que sea la propiedad).
Y como va bien, se sigue privatizando entre “amigos y conocidos”.
Ahora se ha cerrado el caso Fraport, la empresa alemana con sede en
Frankfurt que se ha quedado la explotación de los 14 aeropuertos más
rentables de Grecia. Por ello pagará 1.234 millones de euros y una cuota
anual de 22,9 millones.
La concesión es de cuarenta años. Fraport
espera obtener un retorno por su inversión de 180 millones de euros
anuales, aunque lo más importante es que tiene absoluta libertad para
gestionar los “contenidos” de cada aeropuerto (que es donde
está el negocio), lo que significa contratación de restaurantes,
cafeterías, tiendas, publicidad, etc.
Los actuales (incluidos los
empleados) no tendrán derecho a ninguna reclamación, en el caso de que
pierdan su posición actual. Si hay pasivos de cualquier naturaleza,
serán asumidos por el Estado. Fraport estará exento del pago de
impuestos municipales. (...)
Para ver la dureza de los procedimientos, hay que tener en cuenta que
el plan original de la autoridad griega responsable de las
privatizaciones era hacer un paquete con aeropuertos rentables y no
rentables, plan que fue desestimado.
Los más rentables se los queda
Fraport y el resto (23), la mayoría con pérdidas de explotación, se los
queda el Estado. Hay que tener en cuenta que la geografía griega obliga a
disponer de aeropuertos en islas remotas.
Fraport no ha hecho esto solo, sino en colaboración con el grupo
Copelouzos, conglomerado griego propiedad del oligarca Dimitris
Copelouzos, con quien también comparte la explotación del aeropuerto de
San Petersburgo.
Si tenemos en cuenta que el único sector económico que funciona en el
país es el turismo y que dos tercios de los turistas llegan por avión,
comprenderemos mejor la importancia de esta operación.
Y cuando lleguen a Atenas y se dirijan a sus hoteles de lujo o paseen
por sus calles, tendrán que sortear a los diez mil ciudadanos sin techo
que acampan por la ciudad, el 70% de los cuales –según el
Ayuntamiento– se han abocado a la mendicidad en los últimos cinco años.
Ni que decir que los servicios de droga y prostitución han aumentado
paralelamente. (...)" (Alfons Durán-PichEmpresario, La Lamentable, 26/03/17)
No hay comentarios:
Publicar un comentario