"No hay soberanía europea, sin un presupuesto real; y sin presupuesto no
hay una política económica viable. Mientras Europa no salga de este
dilema, la zona del euro permanecerá atrapado en un círculo vicioso de
estancamiento, resentimiento y de conflictos de competencias. Si el
federalismo fiscal está fuera del alcance de Europa, entonces es crucial
poder ajustar los tipos de cambio para impulsar el crecimiento y el
empleo liquidando la unión monetaria.
En general dos dificultades se argumentan frente al abandono del
euro. La primera se refiere a que en el corto plazo podría haber efectos
perturbadores en el comercio y en los precios.
Sin embargo hay pocas
muy dudas de que las nuevas paridades podrían, rápidamente, eliminar los
desequilibrios y estimular la actividad de los países que más han
sufrido en los últimos años. Por otra parte, en el actual contexto de
pre-deflación, los países que abandonen el euro podrán contener los
efectos de una inflación importada.
La segunda objeción es una
interpretación de carácter económico. El desmantelamiento del euro (o la
salida de un solo país) tendría consecuencias catastróficas en los
balances de los agentes económicos.
En un reciente estudio “hojas de balance después de la UEM: una evaluación del riesgo de redenominación”, Documento de trabajo, OFCE, 2016, se examina esta cuestión con detalle y concluye tres lecciones sustanciales:
-
La primera es que la exposición de sectores económicos es mucho menor
de lo que generalmente se cree. En primer lugar la mayor parte de las
empresas están respaldados por contratos del derecho nacional, por tanto
los compromisos financieros se convertirán fácilmente a las nuevas
monedas nacionales sin afectar la solvencia de los agentes domésticos.
-
En segundo lugar los riesgos asociados a una devaluación como
consecuencia del aumento del valor de los bonos bajo legislación
extranjera (o contratados en moneda extranjera) pueden ser minimizados
por el hecho que los activos extranjeros se tendrán que revalorizar.
Ahora, no todos los agentes económicos están uniformemente tutelados por
sus activos internacionales.
Por último los pasivos no
constituyen un problema. El elemento crucial es la deuda internacional y
en particular la deuda a corto plazo, que puede causar que determinados
valores aumenten en caso de una devaluación.
Una vez que se toman
en cuenta estos elementos la segunda lección de este estudio es que
solo hay unos pocos países y sectores económicos que sean realmente
vulnerables, a saber. la deuda pública griega y portuguesa, la deuda del
sector financiero griego (que inevitablemente tendrá que ser
reestructurada) que como es bien sabido tiene una sostenibilidad
cuestionable.
En los otros casos el riesgo de "redenominación" de
las monedas es una preocupación de aquellos países con economías cuyo
sector financiero está muy desarrollado y altamente internacionalizado,
fundamentalmente Luxemburgo, cuya posición externa representa más de 180
veces su producto interno bruto (PIB), así como Irlanda y los Países
Bajos.
Por lo tanto los sectores no financieros de la mayoría los países de
la zona euro tienen una exposición baja, lo que sugiere que una salida
del euro o un desmantelamiento de la zona no tendrá consecuencias
importantes en los balances de las empresas.
Tomemos como ejemplo
el sector privado no financiero en Francia. A finales de 2015 la deuda
vulnerable a una redenominación representaba el 33 % del PIB (17 % en el
corto plazo), pero los activos internacionales representan el 74 % del
PIB. Suponiendo una devaluación del 11 %, el peso de la deuda a corto
plazo aumentaría un 2 % del PIB (3,7 % de la deuda total), que es grande
pero muy limitado.
Sobre todo porque, al mismo tiempo, el valor de los
activos internacionales expresado en términos de la moneda nacional (+
8,6 % del PIB), significará que, en última instancia, los agentes
privados serían más ricos en moneda nacional en caso de una salida del
euro (4,9 % del PIB).
Lo que hay que temer son las turbulencias en
el sector financiero. Será necesaria una política monetaria que asegure
la integridad del sistema de pagos, el establecimiento temporal de los
controles de capital para contrarrestar la especulación y los bancos
públicos tendrán que facilitar el acceso al crédito para las empresas
más directamente expuestas garantizando el acceso a las divisas para
importaciones esenciales.
Haciendo efectivas estas precauciones
los estudios han demostrado que por encima del “efecto riqueza”, después
de una redenominación seguida de una devaluación, se estimulará la
actividad económica.
Prima de cooperación
- La
tercera lección de este estudio es que las consecuencias sobre el
balance de situación en los países que tendrán que devaluar verán que
sus pasivos internacionales expresados en moneda local aumentarán y los
países cuya nueva moneda se valorará respecto del “antiguo euro” tendrán
que aceptar que sus activos internacionales expresados en la nueva
moneda nacional perderán valor.
Este punto es muy importante
porque obligará a establecer una prima de cooperación entre diferentes
países: en el pasivo o en el activo existirá el interés de ambas partes
de cooperar para prevenir un sobreajuste de las divisas.
Para
evitar las turbulencias financieras, las negociaciones deben centrarse
también en la reestructuración de una deuda pública excesiva y en la
reducción de sectores financieros hipertrofiados.
Por lo tanto hoy
esta claro que en el frente económico un desmantelamiento total o
parcial del euro crearía una nueva estructura de incentivos conducentes a
una verdadera cooperación en Europa.
Mientras la arquitectura de
la moneda única promueve políticas de competitividad que tienden a
oponer a diferentes países y crea tendencias deflacionarias explosivas
su reformulación restauraría el poder de negociación de los países
deudores y promovería un nuevo equilibrio a favor del desarrollo del
sector productivo y del empleo.
El análisis del ajuste de los
balances confirma el diagnóstico de Joseph Stiglitz: abandonar el euro
puede ayudar a salvar a Europa." (Cédric Durand, investigador del Centro de Economía y profesor en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, en Salir del euro)
Como alternativa a la salida del euro y para conseguir la soberanía financiera: europeseta electrónica de circulación interna
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción,
sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno
impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra
económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los
especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa,
2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con
gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
Para salir de la crisis sin salir del euro: España
debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
Hay alternativas, incluso dentro del euro.
Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/
Más información en: 'Si Grecia, España, o
Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar
instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar
créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html
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