"(...) “Dejo un país en un estado mucho mejor que el que
encontré”, dijo Hollande aquel domingo al encontrarse con activistas de
su moribundo partido, inmediatamente después de abandonar el Elíseo.
El nuevo presidente fue el autor de las leyes económicas
del hollandismo, el pacto de Responsabilidad y el CICE (crédito de
impuesto para la competitividad y el empleo).
El resultado ha sido 900
fábricas cerradas en cinco años, un 20% más de paro, 100.000 millones de
regalos a las empresas en impuestos y exenciones sin contrapartida,
récord de aumento de dividendos para los accionistas en el 2016 (11,6%,
casi el doble que en Alemania) y notable incremento (21%) de la fortuna
de los más ricos de Francia. Hay en Francia una epidemia de amnesia
alrededor de un heredero que no reconoce la herencia.
Récord también en política exterior: nunca había habido tantos soldados
franceses en el extranjero, 30.000. En África subsahariana (lidiando con
los desastres de la intervención en Libia), en Afganistán, en Siria, en
Irak, dirigiendo el bombardeo artillero contra Mosul.
Hasta en el mar
de China hay estos días un barco de guerra francés cargado de
helicópteros participando en el cinturón de hierro del pivot to Asia
iniciado por el presidente Obama. ¿Qué se le ha perdido a Francia contra
China?
Toda esta herencia exterior de Hollande, y de Sarkozy, parece que va a
continuar, si no va a ser incrementada. Al mismo tiempo, el cambio en
otros ámbitos podría ser espectacular: por ejemplo, en el de la
información.
Desde el 2003, desde aquel discurso de Dominique de Villepin en Naciones
Unidas replicando el belicismo de la Administración Bush, Francia ha
sido objeto de muy mal trato mediático en la esfera informativa global.
Es lo que se ha llamado el french bashing, la denigración de Francia.
Ahora, desde mediados del 2016, y sobre todo desde que
Hollande anunció que no sería candidato, todo está cambiando. De repente
las buenas noticias rodean al país que no hacía sus deberes: regresa el
crecimiento, bajan el paro y el déficit, llega a la presidencia algo
parecido a una estrella. Por descontado, París puede dar por hecha la
victoria de su candidatura para los Juegos Olímpicos del 2024. Macron
recibió ayer al COI en el palacio del Elíseo.
“Las malas noticias se olvidan, lo que antes no se
consideraba muy positivo se ve ahora con otros ojos, las buenas noticias
van a llover: la elección presidencial francesa está en el centro de
una operación europea de toma de control de la información”, señala el
informe confidencial del think tank parisino LEAB.
Se ha acabado la
estrategia mediática de los últimos años que consistía en ridiculizar a
Francia para obligarla a cambiar”, dice. Es, sin duda, el primer milagro
de Macron." (Rafael Poch, La Vanguardia, 17/05/17)
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