1.6.17

Después de destruir el sur de Europa, el choque con Trump obliga a los alemanes a hacer reformas en la UE... en 2025, cuando estemos muertos

"Trump arremete contra Alemania y le acusa de dañar la economía de EEUU.

(...)  el patriotismo económico propugnado por el presidente y su estratega jefe, Steve Bannon, tiene en Alemania su blanco perfecto. La nación que resurgió de las cenizas de la mano del Plan Marshall ve ahora cómo su prosperidad desata los peores humores de su hermano trasatlántico.
Alemania es el país con mayor superávit comercial del planeta (253.000 millones de euros el año pasado).

 La cifra saca de quicio a Trump y a su consejero comercial, el sulfúrico y extremista Peter Navarro. Para ellos representa, más que un triunfo de un aliado, un fracaso propio. EE UU sufre un déficit en su balanza de 470.000 millones (50.000 millones con Alemania). 

En su ardor proteccionista, Navarro ha llegado a acusar a Berlín de forzar un euro débil para favorecer sus exportaciones y ha amenazado con imponer muros fiscales a los productos alemanes. (...)

 En su esquematismo, en su estocada de 140 caracteres, tira por la borda 70 años de amistad. Alemania ya no es un aliado fiel sino un deudor que se aprovecha de las debilidades americanas. Y él, el presidente encargado de evitarlo y devolver lo perdido a Estados Unidos. 

Nadie sabe aún cómo. Pero pocos dudan de que será como le gusta a Trump: golpeando siempre que pueda. (...)"           (El País, 31/05/17)


“El euro está lejos de ser perfecto y necesita reformas”, concluye un esperado documento sobre la profundización de la Unión Económica y Monetaria que publica hoy Bruselas.(...)

 Las medidas con más tracción política son el germen de un presupuesto común y, a la larga, de un Tesoro que emita —esta vez sí— eurobonos con algún grado de mutualización.  (...)

Bruselas alerta de que hay que restaurar la convergencia económica para acabar con la brecha Norte-Sur. Y reclama apuntalar el euro “antes de que llegue la próxima crisis”. 

(...) el euro, dice el texto al que ha tenido acceso EL PAÍS, no puede seguir así. “No podemos permitirnos esperar a la próxima crisis para actuar”, dispara la Comisión. (...)

Bruselas alerta a las claras de que la eurozona está partida en dos: “La convergencia económica de los primeros años del euro fue ilusoria”. Y añade que hay que dar “pasos adelante” para terminar con la actual “polarización”.  (...)

Y destaca que la mediocre recuperación “no es capaz de revertir suficientemente las divergencias económicas y sociales que han emergido”. El texto, en fin, advierte de “fuerzas centrífugas” que suponen un gran riesgo y que obligarán a pagar “un enorme precio político si no se solucionan”, incluido “el debilitamiento del apoyo de los ciudadanos al euro”. (...)

La Comisión reclama “voluntad política, liderazgo y coraje” para activar medidas como las siguientes:

 Eurobonos ‘light’.

(...) Porque los eurobonos con todas las de la ley (compartiendo riesgos) se dejan para el largo plazo, a partir de 2019: el documento aboga por “un activo seguro europeo” que permita “la emisión conjunta de deuda pública”. (...)

Presupuesto común.

(...)  No se cifra su tamaño. Y son las capitales quienes decidirán cómo financiarlo: a través del presupuesto de la UE, de un vínculo con el mecanismo de ayuda (Mede) o con contribuciones directas, con parte de los ingresos del IVA y otros impuestos. (...)

Tesoro único y FME. 

Lo más ambicioso queda para el largo plazo. Bruselas propone un Tesoro único con capacidad para emitir eurobonos y gestionar el presupuesto común en 2025. (...)

‘Nein’. 

“Es hora de poner el pragmatismo antes que el dogma”, concluye la Comisión, consciente del sempiterno nein de Berlín. Alemania defiende a capa y espada que para compartir riesgos (para aceptar los eurobonos, por ejemplo) primero hay que reducir riesgos (acabar con la definición de la deuda pública como activo libre de riesgo). 

(...) es hora de pensar dónde debería estar la Unión en la próxima década”, dice Bruselas. Está claro dónde está ahora: pleno empleo, crecimiento, tipos negativos y gigantesco superávit comercial en Alemania, y condiciones peores o mucho peores en otras latitudes. Bruselas lo dice con más finezza: “Sería un error considerar como satisfactorio el statu quo actual”.               (Claudi Pérez, El País, 31/05/17)

No hay comentarios: