20.6.17

Francia deja manos libres a Macron para que aplique sus reformas neoliberales... con una mínima participación, del 42%... histórica

 "(...) los conservadores han mostrado fisuras internas entre quienes han hecho campaña como candidatos dispuestos a trabajar con la mayoría que apoya al presidente y quienes enarbolan la bandera de la oposición frontal y sin compromisos. "Es el fin de una época (...) Nuestros candidatos han sido derrotados porque hemos parecido más próximos a la Francia de ayer que a la de mañana. Hay que rehacer todo del suelo al techo", reflexionó la presidenta conservadora de la región de París, Valérie Pécresse.

Semejante panorama apocalíptico reinaba en la sede del Partido Socialista, pese a obtener un resultado algo mejor de lo esperado (unos 45 escaños). El líder del partido, Jean-Christophe Cambadélis, presentó su dimisión y anunció que una dirección colegial asumirá a partir de ahora las riendas de un partido roto.

La mejor muestra del estado calamitoso en que han quedado los socialistas la da el hecho de que la inmensa mayoría de ministros que participaron en los gobiernos de François Hollande y que concurrían en estos comicios se quedaron fuera del Parlamento.(...)

El título honorífico de "jefe de la oposición" tendrá muchos pretendientes en una Asamblea Nacional en la que entran por primera vez la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, y el de la extrema izquierda, Jean-Luc Mélénchon.

A ambos, grandes oradores, les une su inquina hacia las políticas defendidas por Macron, y en la cámara dispondrán de una tribuna para disparar sus dardos al presidente mejor que la que tenían hasta ahora en el Parlamento Europeo.

Sin embargo, mientras que la izquierda alternativa de La Francia Insumisa podrá formar grupo parlamentario aliada con los comunistas (26 diputados), el Frente Nacional de Le Pen se queda lejos, con ocho, de los 15 escaños que les permitiría tener grupo propio, pese a multiplicar por cuatro su representación.

La mácula en el nacimiento de la era "macronista" la puso una vez más la fuerte abstención, que ha llevado a poner en cuestión la oportunidad de celebrar las legislativas sólo un mes después de las presidenciales. La participación del 42 % supone un mínimo histórico en la V República.  (...)"              (Vox Populi, 19/06/17)


"Una holgada mayoría absoluta, pero lastrada por los altos niveles de abstención. 

El presidente francés Emmanuel Macron podrá aplicar su programa neoliberal sin apenas oposición parlamentaria.

Su movimiento político, La République en marche (La República en marcha, LREM), ha conseguido entre 350 diputados en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, celebradas este domingo. Creada en abril del año pasada, esta formación ha superado con claridad los 289 escaños necesarios para alcanzar la mayoría absoluta.

Una contundente victoria electoral que se ha visto cuestionada por una participación inferior al 44%, la más baja de los últimos sesenta años en unas legislativas francesas. (...)

Macron dispondrá de plenos poderes para llevar a cabo su proyecto al confrontarse con una oposición parlamentaria minoritaria y fuertemente dividida. La primera fuerza de oposición será el partido Los Republicanos (derecha), que dispondrá de 136 escaños. Además de tener un grupo más reducido que los 226 diputados de la pasada legislatura, la derecha republicana se encuentra dividida sobre la necesidad de apoyar o no al gobierno de Philippe, que hasta principios de mayo militó en esta formación.

Al haber compuesto un gobierno con tres ministros socialistas y tres antiguos miembros de la derecha republicana, Macron ha ocupado el espacio central de estas dos formaciones. Así cuestiona la utilidad de las dos fuerzas del decadente bipartidismo francés.

El Partido Socialista (PS) ha conseguido 46 diputados, lo que representa el peor resultado de esta formación en la historia de la Quinta República. (...)

El único consuelo de los dirigentes socialistas es haber evitado el sorpasso de la emergente Francia Insumisa (26 escaños) del izquierdista Jean-Luc Mélenchon y haber quedado claramente por delante del ultranacionalista Frente Nacional. Con ocho diputados, el partido de Marine Le Pen no alcanza los 15 escaños necesarios para conformar un grupo parlamentario. (...)

Tras haber conseguido 26  escaños, la Francia Insumisa de Mélenchon podrá conformar un grupo parlamentario. Creado en febrero del año pasado, este movimiento de izquierdas y ecologista aspira a liderar la oposición progresista al proyecto neoliberal de Macron.

“Veo en la abstención una energía disponible que debemos llevar al combate. (…) Esta fuerza tiene que pasar a la ofensiva. Para ello, el pueblo ha permitido que la Francia Insumisa disponga de un grupo coherente y disciplinado”, ha afirmado Mélenchon desde su sede en Marsella, donde ha sido elegido como diputado.

“La gran ventaja de la Francia Insumisa es que sus electores no tienen ninguna duda de cuál será la posición de este grupo en la Asamblea Nacional”, reconoce el politólogo Fabien Escalona, especialista en la socialdemocracia francesa. A diferencia del grupo socialista, cuyos diputados divergen sobre la necesidad de apoyar al gobierno de Macron, los candidatos insumisos han firmado un reglamento interno con el que se comprometen a respetar la disciplina de voto.

Para marcar distancias con el socialismo y consolidar su movimiento, la izquierda mélenchonistas rechazó aliarse con el ala izquierda del PS, los verdes y los comunistas franceses, que apoyaron a Mélenchon en las presidenciales. Una división que ha perjudicado las optimistas perspectivas electorales de un movimiento que consiguió más del 19% de los votos en las presidenciales.

“Después de las elecciones presidenciales (y legislativas), ¿qué debemos hacer? Todavía ahora estoy reflexionando sobre ello”, reconoció Mélenchon en una entrevista publicada a principios de junio en el semanario Society. Para el líder de la izquierda radical, su formación afronta ahora el reto de “hacer emerger una sociedad alternativa”, un frente popular compuesto “por las otras fuerzas sociales, políticas y del mundo de la cultura”. (...)

La nueva Asamblea Nacional también votará a finales de julio si concede plenos poderes al presidente centrista para que lleve a cabo su reforma laboral. (...)"             (Enric Bonet, Público, 19/06/17)

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