"(...) La caída del Popular y venta a su competidor el Santander está llena
de aspectos extraordinarios que nos dejan muchas preguntas sin
resolver.
- El primero es que es difícil comprender cómo un banco que pasó los
test de estrés de la Asociación Bancario Europea publicados en julio de
2016 con bastante comodidad con un ratio de capital CET1 del 13,1% y un
ratio CET1 en escenario adverso del 7,01% (cabe recordar que el mínimo
requerido es del 4,5%) pudo sufrir tal desgaste en los mercados los
últimos doce meses. Además de superar estas pruebas, el banco llevó a
cabo una ampliación de capital en mayo de 2016 de 2.500 millones de
euros. (...)
- Hasta entrado febrero de 2017, poco después de que se anunciaran unas
pérdidas de 3.500 millones para 2016, Ron no es reemplazado por Emilio
Saracho creador en el pasado de la sección de banca de inversión del
Banco Santander. Saracho, especializado en banca de inversión, no tenía
ninguna experiencia en banca comercial, caracterizada por generar
beneficios a través de actividades de ampliación de capital, fusiones y
absorciones. Los meses de vacío en la dirección del banco continuaron
desgastando la reputación y el valor del banco. ¿Por qué se elige a un
banquero de inversión experto en fusiones y adquisiciones y exbanquero
del Santander para reflotar un banco comercial muy centrado en la
actividad minorista y de pequeña y mediana empresa? (...)
- En abril una auditoría de Price Waterhouse Coopers revela que las
últimas cuentas del Popular presentaban errores contables, por lo que se
necesitaban más provisiones por valor de 600 millones de euros. Su
consejero delegado Pedro Larena dimite debido a los resultados de esta
auditoría, aunque alega motivos personales para dejar el cargo. En ese
momento se publican opiniones de diversos analistas que ponen en duda el
nivel de provisionamiento del Popular, afirmando que el banco
necesitaría otra recapitalización de más de 4.000 millones de euros, a
pesar que los resultados de la auditoría continuaban otorgándole un
ratio de capital por encima del requerido por la regulación (Daragh
Quinn, de Keefe, Bruyette & Woods; FT 3/04). (...)
- Pocos días después (10/04) en el Consejo, el nuevo presidente declara
que “el consenso general es claro: necesitamos una ampliación de
capital para salir adelante.” Saracho también admite que existe la
posibilidad de vender el banco a un competidor, pero no aclara sobre
cuál es el plan concreto para mantener el banco a flote. Al día
siguiente el valor de la acción cayó un 9%, la agencia Moody’s bajó la
calificación crediticia de la deuda senior del banco en dos grados. En
los siguientes cuatro días el banco perdería un cuarto de su valor en
bolsa ¿de dónde salen las evaluaciones que hacen pensar a Saracho que el
banco debe ser vendido, dado que las auditorías y los test de estrés
dicen lo contrario?
- El 5 mayo se presentan los resultados del primer trimestre, con pérdidas de 137 millones de euros. Ese mismo día, según El Confidencial,
Saracho toma la decisión de encargar la venta del banco a JP Morgan y
Lazard, según este periódico, por riesgo de quiebra dada la constante
huida de depósitos. Es interesante constatar que a pesar del alarmismo
de El Confidencial y del propio presidente del banco de marzo
de 2016 a marzo de 2017 la caída en los depósitos del banco fue solo del
3,1% según Thomson Reuters, manteniéndose cómodamente 77.300 millones
de euros. De hecho, en el mes de marzo el banco recupera 1.000 millones
de euros en depósitos. Si el banco era solvente y la huida de depósitos
era el único factor que ponía en riesgo la solvencia del banco, huida
que se inició con la entrada de Saracho ¿por qué la gestión del mismo
Saracho y los continuos anuncios públicos no se dirigen a fortalecer la
confianza en el banco sino todo lo contrario? (...)
- El día 31 de mayo Reuters reporta que la presidenta de la Junta Única de
Resolución (el organismo encargado de decidir sobre procesos de
resolución y liquidación bancaria a nivel europeo), Elke König avisó a
las autoridades europeas de que el Popular “podría ser liquidado si no
encuentra compradores”. Este momento se podría identificar como el punto
de inflexión en el que el Popular inicia su vía crucis. Cabe repetir
que hasta ese momento tanto los test de estrés publicados en 2016 como
la auditoría encargada por la nueva presidencia afirmaban que el banco
era solvente. También sabemos que a marzo de 2016 los depósitos estaban
casi al mismo nivel que en el mismo mes del año anterior, por lo que
también gozaba de liquidez. Las afirmaciones de la alta funcionaria de
la UE Elke König del 31 de mayo infligieron un daño tremendo en el valor
de la acción en los mercados, que cayó hasta su liquidación el día 7 de
junio por la mañana. ¿Con qué fundamentos König hace tales
afirmaciones? (...)
- El día 5 de junio el Popular solicita 2.000 millones en ELA (liquidez de
emergencia del Banco Central Europeo). Al día siguiente solicita otros
1.600 millones, pero se le deniega superar los 3.500 millones en total, a
pesar de ofrecer 40.000 millones en activos como garantía, lo cual
supone que al colateral ofrecido se le aplica el 91% de quita, un
porcentaje extraordinario nunca aplicado anteriormente. En el peor
momento de la crisis griega la quita sobre el colateral de los bancos
griegos para proveerlos de liquidez a través del ELA llegó a 60%,
porcentaje que ahogó a los bancos griegos y por el que hubo de aplicarse
los controles de capitales. ¿Cuál es el criterio para aplicar tal quita
si en principio el banco cumplía con sus requerimientos regulatorios de
liquidez? (...)
- El mismo día 6 el BCE declaró que el Popular “quebrará o es probable que
quiebre”. A finales del primer cuarto de 2017, el banco presentaba un
ratio de capital CET1 del 10%, muy por encima del mínimo del 4,5% ¿Cómo
se llevó a cabo la valoración de los activos en la hoja de balance de
Popular en la cual se basó la decisión del BCE de declarar al banco
insolvente o a punto de serlo? (...)
- La Junta de Resolución Bancaria pone en marcha una subasta exprés esa
misma noche al cierre de los mercados, basándose en un informe de un
experto independiente, que afirma que su valor es de entre 8.200 y 2.000
millones negativos. A marzo de 2017 Popular estimaba que su patrimonio
neto superaba los 11.000 millones de euros. Ello representa una
diferencia de al menos 13.000 millones y un máximo de 20.000 millones
entre la evaluación interna y la externa. Si Popular estaba maquillando
las cuentas, ¿cómo es posible que los reguladores no hubieran detectado
la escala del problema en los test de estrés? (...)
- El banco es vendido el día 7 por la mañana al Banco Santander por 1
euro. Justo antes del cierre de mercado del día 6 (17:36) se realizan
12,5 millones de transacciones, y el valor de la acción cae un 3%. Al
abrir el mercado (9:01) hay 7,8 millones de transacciones y la acción
rebota. ¿Qué explica esta venta de acciones masiva la tarde del 6 que se
produce antes del anuncio de la venta exprés del banco? (...)
- ¿Por qué las autoridades españolas no protegieron a un banco solvente
ante una dinámica bajista que, en principio, no guardaba relación con
sus fundamentales? ¿Por qué los supervisores no tomaron ninguna medida
contra las posiciones bajistas en la bolsa que atacaban la acción del
Popular durante las últimas semanas de crisis, como sí se haría con
Liberbank a partir del día 12 de junio, una vez vendido el Popular? (...)
- Como se decía, es importante recalcar que hasta abril no se habían
producido salidas significativas de depósitos de la entidad. A marzo de
este año Popular tenía 77.000 millones. La huida de depósitos que
acabaría con el Popular fue de 18.000 (23% del total de marzo). En los
últimos dos días la salida fue de 5.000 millones, por lo que para el
viernes 3, la salida de depósitos ya había llegado a 17% del total. La
magnitud de las cifras llama la atención. Son demasiado grandes como
para que ni el Banco de España ni el BCE no se movilizaran antes.
Tampoco sabemos cuáles fueron las cantidades retiradas por el sector
público durante estos últimos días en los que según las autoridades una
entidad solvente murió de un ataque al corazón por falta de liquidez.
¿Actuaron los entes públicos que retiraron su dinero de Popular sobre la
base de información confidencial? Y si este fue el caso, ¿es este
realmente el factor clave que llevo al colapso del banco ante la falta
de liquidez? (...)
- Los responsables políticos, los supervisores y los agentes privados que
han participado en este proceso deben responder a todas estas preguntas
para disipar las sospechas de que la caída del Popular pueda estar
envuelta, como el caso Bankia, de fraude y posible corrupción política.
Además deberán dar respuesta al acuciante problema de la concentración
bancaria en el sistema crediticio español, en el que los cinco mayores
bancos controlan ya el 72% de la cuota de mercado(...)"
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