"La situación que atraviesa Estados Unidos empieza a ser preocupante. Al
profundo deterioro social y político, se le unen los clamorosos errores
geoestratégicos. (...)
Una de las mayores vulnerabilidades de la economía global es el déficit
creciente de la balanza comercial no energética estadounidense. El dólar
solo tiene un camino, una intensa depreciación. Y China, agazapada,
frotándose las manos. (...)
Ello viene a colación del último libro de Mariano Aguirre, el otrora director del Norwegian Centre for Conflict Resolution, “Salto al vacío. Crisis y declive de los Estados Unidos”
publicado por la editorial Icaria. Su argumento es muy sencillo.
Desde
hace al menos tres décadas EEUU sufre una seria crisis interna que
afecta al bienestar de millones de sus ciudadanos y un grave declive de
su legitimidad internacional debido a los reiterados y dramáticos
fracasos, desde Vietnam hasta Iraq. La victoria de Donald Trump es
resultado de esta crisis estructural de largo plazo. (...)
Pero dicha decadencia va más allá de los Estados Unidos. Todo comenzó
allá por los años 70, con el inicio de la era neoliberal en la que
vivimos desde entonces. Su principio crucial es socavar los mecanismos
de solidaridad social y apoyo mutuo, y el compromiso de participación de
los ciudadanos en la política. La libertad se reduce a una mera
subordinación a las decisiones de un poder privado cada día más
concentrado e irresponsable. (...)
Y para mantener el statu quo, la represión. Parafraseando a Marx, “la
represión está convirtiendo a la sociedad en un saco de patatas, sólo
individuos, una masa amorfa incapaz de actuar conjuntamente". A partir
de la represión, se destruyen o al menos se socavan los mecanismos de
gobierno a través de los cuales las personas pueden participar para que
una sociedad sea realmente más democrática.
Así, al debilitar o socavar a
los sindicatos u otras formas de asociación, se deja con una sensación
de impotencia a la mayoría de la población, mientras se transfieren las
decisiones a un poder privado irresponsable, todo bajo la retórica de la
libertad. (...)
Las élites consideraron que demasiada democracia era peligrosa, que era
necesaria más "moderación" para que la gente se volviera más pasiva y
apática, vamos que no molestara demasiado. (...)
En Europa, la forma en que se socava la democracia es muy directa. Las
decisiones se ponen en manos de una troika no elegida: la Comisión
Europea, el FMI, y el Banco Central Europeo. Ellos toman las decisiones.
Por eso la ciudadanía está cada día más enojada, ve como están
perdiendo el control de sus vidas. Las políticas económicas les están
perjudicando en gran medida, y el resultado es ira, desilusión. (...)
En el trasfondo de todo, el reparto de la tarta de la riqueza. En la
edad de oro del capitalismo, como resultado del activismo político y
sindical, hubo una caída de la tasa de ganancias del capital. Y eso no
era aceptable. Había que revertir la caída de la tasa de ganancias,
socavando la participación democrática. Y de aquellos barros estos
lodos: un salto al vacío en toda regla." (Juan Laborda, Vox Populi, 08/06/17)
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