"El pasado 30 de junio ostentaba el dudoso honor de ser el día de mayor destrucción de empleo de la historia de España,
con 257.014 empleos suprimidos. Hasta hoy. Mejor dicho, hasta el 31 de
agosto. Ese día se dieron de alta 46.779 personas en la Seguridad
Social, mientras que se dieron de baja 313.141. Es decir, la afiliación
cayó en una sola jornada en 266.362 personas.
El fin de la temporada de
verano hizo que se extinguieran miles de contratos que no se reponen con
nuevas altas precisamente por ese bajón de la actividad turística, lo
que, sumado al parón de actividades como la industria o la educación y a
la proliferación de contratos cada vez más cortos (incluso de un día)
explican el fenómeno. (...)
A esta fiebre contratadora se une el fin del mes (los fines de mes
suelen ser fechas habituales para extinguir contratos) y el fin de la
temporada turística. Las miles de personas que atienden al aluvión de
veraneantes en hoteles, restaurantes y otras empresas relacionadas con
el turismo acaban sus contratos y ya no se renuevan.
Este año, además,
la temporada turística ha sido especialmente larga, debido a la Semana
Santa tardía, a mediados de abril. Eso hizo que se contratara a mucha
gente en esa fecha y se alargaran muchos de esos contratos ya hasta el
final del verano. Eso explica que el pasado 31 de agosto se extinguieran
313.141 contratos, mientras que apenas se firmaron 46.779. (...)" (El País, 04/09/17)
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