"(...) Haciendo un símil político, una masa de
aire frío, y otra de aire caliente, fluyen en nuestra atmósfera política
para colisionar sobre el cielo español y desencadenar un efecto
devastador en nuestro país.
La masa de aire caliente es el problema catalán, y es caliente porque está muy presente, y a diario, tanto en la opinión pública como en las conversaciones de los ciudadanos. (...)
Por lo tanto, el proceso de sedición
seguirá adelante ante la impasividad de un pusilánime Rajoy, que es el
único que podría impedirlo por las facultades que le otorga el 155, pero
no lo hará, provocando que la inestabilidad social y económica entren
en una ecuación exponencial de consecuencias desastrosas para España.
La masa de aire frío es la economía, y es
frío porque tanto la sociedad como la opinión pública han asimilado,
gracias a la propaganda del Gobierno y a la inacción de toda la
Oposición, que “las cosas van bien y hemos mejorado”, cuando la realidad
es todo lo contrario.
El pasado lunes el Gobierno anunciaba que
tendrá que otorgar un nuevo crédito de 15.000 millones de euros a la
Seguridad Social para pagar las pensiones en 2018. Además, emitirá deuda por más de 220.000 millones de euros (más de 4.200 millones a la semana).
¡Embusteros! ¿Cómo vamos a ir mejor si
hay que endeudarnos para pagar las pensiones y emitir esa salvajada de
deuda al año? Preferís endeudar a los españoles por varias generaciones
en lugar de eliminar gasto de vuestra industria política. No tenéis
perdón. Sois unos canallas, con una conciencia miserable y vuestra
actitud es propia de salteadores de caminos. (...)
Recientemente, el que será con toda seguridad nuevo presidente del Banco Central Europeo, el alemán Jens Weidmann,
afirmaba que "hay que poner ya una fecha para el fin de la compra de
deuda". Esto, señoras y señores, en Román Paladino, significa que, entre
otros, el Tesoro español ya no podrá emitir deuda pública como si fuera
confeti, para que la compre el BCE a través del BdE, a unos tipos de
interés irrisorios, y así seguir refinanciando e incrementando la
inmensa deuda.
España tendrá que pagar mucho más cara la emisión de deuda,
disparando a las nubes el déficit público, además de ver reducido
considerablemente el importe de su colocación, por lo que muchos
servicios se verán paralizados por impago.
En definitiva, no habrá suficiente dinero
para pagar los servicios del Estado, los sueldos públicos, las
pensiones y la inmensa deuda. Además, como estos desleales gobernantes
no están dispuestos a reducir la industria política ni el descomunal despilfarro autonómico, España entrará en una nueva recesión de consecuencias impredecibles.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional
alerta a la banca de España, en el informe publicado esta semana, de su
excesiva dependencia de la liquidez del BCE y de su elevada exposición a
la deuda pública. Además, advierte de que los bancos españoles
necesitan unos 22.000 millones de euros para mejorar la calidad del
capital, según el test cerrado a diciembre de 2016, siendo la banca
española, de las más vulnerables de los países de la Unión Europea.
Los ciudadanos no son conscientes del
grave problema al que nos ha llevado el Gobierno de Rajoy con su
disparatada política económica, así como de la actitud negligente de una
oposición que, sorprendentemente, se lo permite como si el problema no
fuera con ellos y no estuvieran representando a más de 14 millones de
personas que les votaron.
Dicho esto, las dos masas de aire frío y
caliente, chocarán, muy probablemente, en el mes de octubre o noviembre
de 2018, provocando la tormenta perfecta, que traerá a España y a sus ciudadanos consecuencia muy graves e irreversibles.
¿Y quién estará ahí para luchar contra
este fenómeno? Marino Rajoy Brey, un personaje al que sólo le preocupa
mantenerse en el poder para blindarse ante las múltiples causas penales
que le esperan, que dirige un partido sumido en el fango de la corrupción
absoluta, que ha sido reprendido desde las instituciones europeas en el
informe GRECO por no implementar ni una sola de las medidas contra la
corrupción judicial, que ha demostrado una cobardía y una traición a
España sin precedentes, que ha endeudado a los españoles por más de 50
años, que incumple sistemáticamente los acuerdos de investidura (e
incomprensiblemente mi partido le sigue dando apoyo de gobierno), que no
tiene, ni ha tenido nunca, un plan para España, y sobre el que la gran
mayoría de españoles, incluyendo al propio rey, al que odia tras
encargar la investidura a Sánchez, tienen poca o ninguna confianza. Con
este capitán al mando, el desastre está garantizado. (...)" (Juan Carlos Bermejo, Vox Populi, 10/01/18)
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