"La tesis de este libro que acaba de publicar Akal con presentación de
Pascual Serrano es que, contra lo que intenta hacernos creer el aparato
de propaganda de los medios de comunicación dominantes, la violencia que
aqueja en estos momentos al mundo musulmán no es un corolario de la
vieja división de éste entre sunitas y chiitas, sino que su causa hay
que buscarla en Occidente, que trata de imponer su hegemonía en una
región de enorme importancia económica y estratégica y utiliza como
instrumento táctico la citada división. Las pruebas de esto son
abrumadoras y se detallan a lo largo de la obra.(...)
Arabia Saudí representa una ignominiosa combinación de
fanatismo musulmán y servilismo a los intereses occidentales y
sionistas, que la utilizan como peón contra Irán, al igual que hicieron
con Sadam Husein.
La caída de éste fue un grave error de Bush Jr., que
puso Iraq en la órbita de Irán. En Bahréin, archipiélago
estratégicamente situado en el Golfo Pérsico, una mayoría chiita es
explotada por una minoría integrista sunita próxima a Arabia Saudí y los
Estados Unidos, que tienen aquí una importante base.
Yemen, con su
sociedad tradicionalmente abierta e inclusiva, es en la actualidad un
escenario de guerra entre los hutíes (chiitas) y Arabia Saudí-Occidente,
coalición cuyas atrocidades extremas no alcanzan los titulares de los
diarios. El resultado final del conflicto es incierto a día de hoy.
Siria sólo conoció tras la dominación otomana un calvario que va del
colonialismo al panarabismo dictatorial y represor de las minorías,
aunque éste se suaviza algo con la llegada al poder de Hafiz al Asad en
1970.
En medio de una profunda crisis económica, el nombramiento de
Robert Ford como embajador en Damasco en 2011 selló el destino del país,
que se hundió pronto en una cruenta y destructiva guerra civil con
amplia intervención internacional. Las autoras analizan en detalle los
complejos intereses enfrentados en ella.
El nacimiento y consolidación del autodenominado
Estado Islámico resulta ser una de las operaciones clave para la
desestabilización de la región y la implementación en ella de los
intereses imperiales y sionistas. Los mercenarios fanatizados que se
reclutan, arman y entrenan en países aliados de los Estados Unidos se
deslizan luego por las porosas fronteras de Siria con Turquía, Iraq y
Jordania para convertirse en la pieza esencial en la guerra civil que
asuela el país.
En este grave contexto, al Asad se apunta un buen tanto
al conceder la autonomía a los kurdos de Rojava, lo cual pone contra las
cuerdas a Erdogan. Después, con la ayuda rusa e iraní demuestra que es
capaz de ganar la guerra y desafiar los intereses norteamericanos en la
región.
De nada sirvió el abundante y sofisticado armamento
proporcionado por Occidente (vía monarquías del Golfo) a todos los
rebeldes, ni la manipulación a la baja de los precios del petróleo por
parte de Arabia Saudí para debilitar a Rusia e Irán, ni inundar Europa
de refugiados para forzar su intervención y el derrocamiento de al Asad,
proclamado culpable único de tantas desgracias.
A lo largo de este
proceso, la religión se comprueba siempre que es simplemente un
instrumento, fundamental eso sí, en las luchas por el dominio
estratégico y el control de los recursos.
Como señalan Nazanín Armanian y Martha Zein en la
introducción, Oriente Medio era hasta las décadas finales del siglo XX
un lugar donde diversas fes religiosas coexistían pacíficamente, de
forma que los conflictos entre ellas eran la excepción.
A este paisaje
sucede otro, descrito en detalle en el libro, en el que estremece la
violencia extrema del imperio, pero sobre todo su capacidad para
fomentar disensiones entre los musulmanes y hacerse con estrambóticos
aliados entre ellos, llámense Arabia Saudí, Al Qaeda o Daesh.
Como hemos
visto, es solamente la apuesta de Occidente por inestabilizar la zona
para saquearla más fácilmente lo que ha creado la situación actual.
Copioso de información de enorme interés, que las autoras, profundas
conocedoras de los temas tratados, saben presentar de forma ágil y
atractiva, No es la religión, estúpido nos pone de
bruces ante la lógica criminal del imperio, su camaleonismo y la
urgente necesidad de fraguar alianzas para contener sus desmanes." (Jesús Aller , Rebelión, 30/01/18)
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