14.3.18

El caos político es reflejo del caos de la economía italiana, en la que los bancos empiezan a quebrar. Los políticos no tienen hasta el momento soluciones. Se acercan los idus de marzo...


"(...) Es un desastre político. Pero refleja el caos que es la economía italiana. La economía de la zona euro ha experimentado una recuperación modesta en los últimos 18 meses y la zona euro en su conjunto está creciendo más rápido incluso que los EE.UU. y el Reino Unido. Pero Italia no. 

Todavía es miembro del G7 de las economías capitalistas avanzadas, pero su población activa está disminuyendo, a pesar de la llegada de inmigrantes en los últimos años, y la productividad de la fuerza de trabajo se ha estancado.

El desempleo sigue siendo alto en comparación con otras economías de la UE.

 Si de suma el bajo crecimiento de empleo con el bajo crecimiento de la productividad de la fuerza de trabajo, la economía italiana tiene una tasa de crecimiento potencial a largo plazo baja, de no más de un 1% anual.

 El crecimiento de la productividad se ha estancado porque el capital italianao no está invirtiendo productivamente lo suficiente.

 ¿Y por qué ocurre? Porque la rentabilidad del capital es baja. La rentabilidad del capital italiano alcanzó un mínimo histórico a principios de los años 1980, como en la mayoría de las economías capitalistas. 

Durante el período neoliberal, la rentabilidad aumentó de manera significativa y con el desarrollo completo de la Unión Europea, la rentabilidad italiana volvió a los máximos de la década de 1960. Pero al unirse a la zona euro sufrió una brusca caída.

 Las empresas italianas tuvieron que competir directamente con el capital franco-alemán. Italia tiene una alta proporción de empresas pequeñas y medianas con mercados particulares y éstas tuvieron problemas.  La Gran Recesión y la consiguiente Larga Depresión agravaron esta debilidad y muchas empresas italianas acumularon enormes deudas con los bancos cada vez más difíciles de pagar.

 Los bancos italianos empezaron a quebrar y, pese a los recientes rescates del gobierno, los bancos italianos tienen todavía más "malas deudas" en sus libros que el resto de la zona euro en su conjunto.

 La actual reactivación de las economías de la zona euro puede ayudar a mantener justo a flote la economía italiana, pero el ingreso per capita sigue cayendo y el desempleo sigue siendo alto.

 La deuda pública en relación con el PIB es la más alta de Europa después de Grecia y la carga de la deuda empresarial privada sigue siendo enorme. Una nueva crisis mundial supondría serios problemas para el capital italiano.

 La parálisis política actual muestra que los políticos no tienen hasta el momento soluciones. Se acercan los idus de marzo."                  (Michael Roberts  , Sin Permiso, 11/03/2018)

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