"En el Día de la Mujer nos proclamamos en deuda con aquellas
mujeres que lucharon por conseguir la igualdad de derechos y deberes
entre los sexos. También expresamos nuestra inquietud ante una corriente
de opinión supuestamente feminista que pretende hablar en nombre de
todas las mujeres, imponerles su forma de pensar y retratarlas como
víctimas de nacimiento de lo que llaman el heteropatriarcado.
Nosotras
no nos reconocemos víctimas de nuestros hermanos, parejas, padres,
hijos, amigos y compañeros, nuestros iguales masculinos. Nos rebelamos
contra esa política de identidad que nos aprisiona en un bloque
monolítico de pensamiento que niega la individualidad.
La
situación de las mujeres en España, según todas las estadísticas de
organismos internacionales, es de las mejores del mundo, sin que ello
signifique que no pueda mejorar.
En la actualidad, hay más mujeres en la
universidad que hombres, el fracaso escolar es mayoritariamente
masculino, al igual que el suicidio, y la presencia femenina se hace
cada vez más evidente en profesiones como la medicina, la judicatura, la
Administración del Estado o los niveles más altos de la política.
Además, nuestra expectativa de vida supera en varios años a la de los
hombres.
la última década, sin embargo, coincidiendo con la entrada
en vigor de la Ley de Violencia de Género, se ha instalado en el
discurso predominante en los medios y en la política una corriente de
pensamiento que presenta a las mujeres como víctimas por definición de
una sociedad machista.
El victimismo es un estado psicológico que
conduce a la parálisis y nosotras no estamos dispuestas a perder la
libertad, conquistada a lo largo de un siglo de lucha, por que nos
quieran amilanadas.
Subrayamos que nuestro país, España, es uno de los más
seguros del mundo para las mujeres, con un índice de violencia de pareja
comparativamente inferior a nuestro entorno, incluidos los
igualitaristas países nórdicos. Llamamos a que la lucha contra la
Violencia de Pareja sea siempre guiada por la evidencia científica más
que por la ideología.
Sólo así llegaremos a intervenciones sociales más
eficaces para frenar la intolerable violencia contra las mujeres.
Simultáneamente, no ignoramos a las víctimas masculinas de otro tipo de
violencia, hombres y niños, y rechazamos la postura anticientífica que
niega la agresión femenina.
Celebramos la eliminación de las barreras para que las
mujeres puedan colmar sus más altas ambiciones profesionales. Ahora
bien, si las cimas más visibles de la la política y la empresa no están
ocupadas de manera paritaria por mujeres no tiene por qué ser debido a
la discriminación ni a la opresión patriarcal.
La brecha de género en
profesiones de ciencia y tecnología sigue siendo un desafío que requiere
nuevos enfoques pedagógicos y respeto a las opciones de cada una de las
mujeres. Aquí, como en todo, la mujer es libre para escoger, sin tener
que ser un clon del hombre.
El 8 de marzo conviene celebrar que la gran mayoría de las
mujeres en España somos libres para elegir carrera profesional, trabajo y
tipo de vida. Reconocemos la responsabilidad derivada de esa elección a
la hora de decidir qué estudiar, quién escoge la jornada reducida o no
en caso de ser padres, la duración del período de alimentación del
lactante por la madre o cómo se organiza la conciliación laboral.
Proclamamos el derecho de nuestros hijos a saber que han
tenido la inmensa suerte de nacer en un país donde existe el respeto a
las mujeres y donde las niñas llegarán donde quieran. Porque ya lo han
hecho.
Porque ya hay rectoras de universidad, investigadoras, políticas,
médicos, ingenieras, abogadas, escritoras, diplomáticas, periodistas,
pilotos, empresarias o juezas. Desde hace décadas ha habido ministras,
alcaldesas, presidentas de comunidades autónomas, del Senado, del
Congreso, comisarias europeas y vicepresidentas del Gobierno.
Obviamente, existe amplio campo de negociación en los hogares donde haya
parejas con aspiraciones profesionales porque nadie —ni la mujer ni el
hombre— puede tenerlo absolutamente todo. Se trata pues de consensuar
mecanismos para aspirar a la mayor conciliación posible entre la vida
familiar, la profesional y la estrictamente personal.
Las niñas de hoy necesitan saber que ellas no son víctimas y que tienen su futuro en sus manos.
Esa situación privilegiada de España, que destaca incluso
dentro del mundo occidental, es uno de nuestros signos de identidad
positivos como país.
Según UNICEF, se estima que 133 millones de niñas
han sufrido mutilación genital, sobre todo en Oriente Medio y en África.
En Irán, hemos visto cómo se ha encarcelado a activistas por quitarse
el velo. En Arabia Saudí, por fin, este año, las mujeres podrán
conducir. Las tasas de maltrato en América Latina son aterradoras y en
gran parte de África ni siquiera hay planificación familiar.
Hace cuatro décadas que las mujeres en España dejaron de
depender de los hombres para conquistar la igualdad. A muchas nos sobra
el paternalismo y lamentamos que una ideología contraria a la libertad
pretenda arrogarse la representación de la mitad de la humanidad y que
se alimente de dinero público, de nuestro dinero, para fomentar una
guerra de sexos que nos degrada y nos aleja de un futuro compartido.
Celebremos el 8 de marzo que, a diferencia de otras partes
del mundo, en España las mujeres no nacen víctimas. Que somos personas
adultas, libres y responsables de nuestras elecciones.
Firman este manifiesto: Teresa Giménez Barbat, eurodiputada (Grupo ALDE); Elvira Roca Barea, historiadora; María Blanco, economista; María Benjumea, empresaria; Sara Gómez, ingeniera responsable de Mujer e Ingeniería en la Real Academia de Ingeniería; Marta Iglesias, neurocientífica; Berta Vias Mahou, escritora; Andrea Martos, científica bioquímica; Mercedes Casanovas, agente literaria; Pilar Rangel, profesora de Derecho Internacional y experta en yihadismo; Míriam Tey, editora; Ana Nuño, escritora; Gurutze Galparsoro, abogada y escritora; Ximena Maier, ilustradora; Anna Soler, arquitecta; Blanca Soto, galerista; Mercedes Monmany, editora y crítica literaria; Laura Fàbregas, periodista; Anna Grau, periodista; Cristina Losada, periodista; Almudena Solana, escritora; Cayetana Álvarez de Toledo, periodista; Andrea Mármol, periodista; María San Gil, expresidenta del PP vasco; Olivia Bandrés, jefa de gabinete; Juana Vázquez, escritora; Yaiza Santos, periodista y Paula Fernández de Bobadilla, editora." (Teresa Giménez, Elvira Roca y otras 26 mujeres , El País, 06/03/18)
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