7.6.18

Las oficinas públicas del estado de Baviera deberán colocar una cruz en su entrada

"A partir del 1 de junio de 2018, las oficinas públicas del estado de Baviera deberán colocar una cruz en su entrada. Según el primer ministro bávaro, Markus Söder, con esta decisión el gobierno estatal quiere “expresar el carácter histórico y cultural de Baviera”. 

La imagen de Herr Söder colocando la cruz en su propia oficina ha sido reproducida en numerosos medios de prensa alemanes. El mensaje es: la identidad bávara es cristiana. Todo el que ingrese en una oficina administrativa sabe que está ingresando en territorio cristiano.

La decisión ha desatado una tremenda controversia en el país. Algunos han destacado que la medida viola los principios constitucionales sobre la neutralidad religiosa. La Constitución no tiene religión. Por tanto, es inconstitucional colgar crucifijos en los espacios administrativos del estado. Otros, sobre todo los partidos políticos de oposición la ven como una jugada para atraer el voto populista de derecha. En octubre de este año hay elecciones regionales. 

La Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), el partido de Söder, aunque sigue siendo la fuerza mayoritaria, perdió casi un diez por ciento de votos en las últimas elecciones de 2017. Estos votos fueron a engrosar las filas del partido ultranacionalista, antiinmigrante e islamófobo Alternativa para Alemania, AfD. 

Una cruz en los edificios administrativos podría ayudar a la CSU a recuperar esos votos de vuelta, y reafirma el slogan de que “El islam no pertenece a Alemania”, como no dudan en decir ahora los líderes de la CSU, contradiciendo incluso a la canciller Angela Merkel en Berlín.

Según el líder del partido liberal FDP, Christian Lindner, en este asunto Söder se parece al presidente turco, Erdogan, que le da un uso político a la religión. Y los verdes han dicho que los crucifijos en las oficinas van a dejar por fuera a millones de musulmanes, judíos y ateos alemanes.

La crítica más inesperada ha venido desde el campo religioso cristiano. La iglesia protestante alemana también se lamenta de que se abuse del crucifijo con fines políticos. Y en el frente católico, el jefe de la Conferencia Episcopal Alemana, cardenal Reinhardt Marx, ha dicho que esta es “una expropiación de la cruz en nombre del Estado”, porque la cruz, antes que un símbolo cultural es un símbolo religioso. Y denuncia que esto va a generar “más división, malestar y animosidad” de la que ya hay en el país.

Para gran escándalo de la ultraderecha, que ve en esta actitud de los cristianos una “capitulación” frente al islam. Es decir, la prueba de que los musulmanes están ganando espacio.  (...)"                 (Desbandada, 16/05/18)

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