"La posibilidad de la llegada al poder de un gobierno populista y
euroescéptico en Italia ha concentrado los pensamientos de los
inversores como pocos otros acontecimientos este año. (...)
Existen inclusive temores de que Italia pueda desatar otra crisis
financiera global, especialmente si una nueva elección se convierte en
un referendo de facto sobre el euro. (...)
Italia ahora se encuentra en una situación que es algo
más que una crisis política excepcional. Debe confrontar su principal
dilema nacional: si seguir encadenada al euro o intentar recuperar una
soberanía económica, política e institucional.
Sospechamos que Italia llegará a un acuerdo y se
quedará en la eurozona en el corto plazo, aunque más no sea para evitar
el daño que causaría una ruptura de gran escala. En el largo plazo, en
cambio, el país podría sentirse cada vez más tentado a abandonar la
moneda única. (...)
La adopción del euro ha tenido enormes implicancias par los millones de
pequeñas y medianas empresas que en otro momento dependían de una
devaluación periódica de la moneda para compensar las ineficiencias del
sistema económico de Italia y seguir siendo competitivas. (...)
La pérdida de soberanía monetaria significa que, en
efecto, existen dos cadenas de mando político en Italia. Una se extiende
del gobierno alemán, a través de la Comisión Europea y del BCE, hasta
la presidencia, el Tesoro y el banco central italianos.
Esta cadena de
mando “institucional” garantiza que Italia cumpla con sus compromisos
internacionales y mantenga una adhesión estricta a las reglas fiscales
de la UE, más allá de los acontecimientos políticos domésticos.
La otra cadena de mando empieza con el primer ministro
italiano y se extiende a través de los ministerios de gobierno que son
responsables de los asuntos nacionales.
En la mayoría de los casos, las
dos cadenas de mando están alineadas. Pero cuando no lo están,
inevitablemente surge un conflicto. De ahí la crisis actual, que llegó a
su punto crítico cuando el primer ministro designado intentó nombrar al
economista euroescéptico Paolo Savona como próximo ministro de Economía
y Finanzas de Italia sin antes consultar a la otra cadena de mando.
La
designación fue debidamente rechazada por el presidente italiano.
Regresemos a la cuestión de si Italia ahora elegirá
liberarse de su camisa de fuerza. A pesar de las ventajas del euro, éste
no ha beneficiado económicamente a Italia. El PIB real per capita
(ajustado por inflación) de Italia hoy es menor de lo que era cuando
comenzó el experimento del euro en 1998, mientras que hasta Grecia ha
logrado registrar crecimiento, a pesar de su depresión desde 2009 en
adelante.
Algunos explicarían este desempeño pobre con el
argumento de que la eurozona es una unión monetaria incompleta, y que
sus países “centrales” como Alemania drenan mano de obra y capital de
los países “periféricos” como Italia. Otros podrían responder que los
italianos no se adaptaron a las reglas y estándares, y no implementaron
las reformas, sobre las que se basa una unión monetaria exitosa.
Sin embargo, la verdadera explicación ya no importa.
El discurso que prevalece en Italia responsabiliza al euro del malestar
económico del país. Y los partidos políticos que han exigido abierta o
implícitamente abandonar la eurozona hoy tienen una mayoría
parlamentaria, y les gustaría conservarla en otra elección más avanzado
este año o a comienzos de 2019.
Si los italianos tuvieran que enfrentarse a la
elección de conservar o abandonar la moneda única, las encuestas
recientes sugieren que, en principio, decidirían quedarse, por miedo a
una corrida de los bancos italianos y la deuda pública, como experimentó
Grecia en 2012-2015. Pero los costos a largo plazo de quedarse en un
club dominado por reglas dictadas por Alemania e inherentemente
deflacionarias podrían tentar a los italianos a irse.
Esa decisión
podría producirse en el medio de otra crisis financiera, recesión o
sacudida asimétrica global que expulse a varios países frágiles del euro
al mismo tiempo.
Al igual que los defensores del Brexit del Reino
Unido, los italianos podrían convencerse de que tienen lo que hace falta
para triunfar por cuenta propia en la economía global.
Después de todo,
Italia tiene un gran sector industrial que es capaz de exportar a nivel
mundial, y los exportadores se beneficiarían con una moneda más débil.
Los italianos podrían sentirse tentados de pensar: ¿Por qué no escapar
del euro antes de que esas industrias quiebren o terminen en manos
extranjeras, como ya está sucediendo?
Si los italianos finalmente adoptan este camino, los
costos inmediatos serán absorbidos por los ahorristas domésticos, cuyos
ahorros serán redenominados en liras depreciadas. Y los costos serían
aún mayores si una salida italiana precipitara otra crisis financiera
con feriados bancarios y controles de capital.
Frente a estas
posibilidades, los italianos -como los griegos en 2015- podrían
parpadear y quedarse. Pero también podrían decidir cerrar los ojos y
jugársela.
Aunque Italia estaría mejor si se quedara en la
eurozona e hiciera las reformas correspondientes, tememos que una salida
podría volverse más probable con el tiempo. Italia es como un tren cuyo
motor se descompuso; podría ser sólo una cuestión de tiempo antes de
que los vagones que vienen detrás empiecen a descarrilar." (
,
Como alternativa a la salida del euro y para conseguir la soberanía financiera:
europeseta electrónica
Existe una descripción con mucho humor, de economía-ficción,
sobre los beneficiosos efectos que se producirían si en Italia, el gobierno
impusiera una moneda digital (allá por el 2020), para salir de la quiebra
económica y política a la que la permanencia en el euro habría llevado al país. El objetivo se conseguiría rápidamente.
Los únicos perjudicados, los
especuladores de la deuda. Ver: J. D. Alt: ‘Europa,
2020: una ucronía iluminadora’. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5467 )
Los artículos de Juan José R. Calaza (Juan José Santamaría y Juan Güell) muestran con
gran claridad las ventajas de una europeseta electrónica de circulación interna:
Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es. Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2012/12/02/entender-europeseta-electronica/720458.html
Para salir de la crisis sin salir del euro: España
debe emitir europesetas (electrónicas). Enlace: http://www.farodevigo.es/opinion/2011/11/27/salir-crisis-salir-euro-espana-debe-emitir-europesetas-electronicas/601154.html
Las europesetas electrónicas, complementarias al euro, estimularán el crédito sin efectos colaterales perversos. Enlace: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165815
Juan Torres insiste en que es necesario emitir una moneda complementaria al euro. Sus artículos:
Marear la perdiz. Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/08/andalucia/1360327224_588117.html
Hay alternativas, incluso dentro del euro.
Enlace: http://juantorreslopez.com/publicaciones/hay-alternativas-incluso-dentro-del-euro/
Más información en: 'Si Grecia, España, o
Andalucía emitiesen una moneda digital, respaldada por la energía solar
instalada en sus tejados, alcanzarían la soberanía financiera. La de dar
créditos a familias y empresas': http://comentariosdebombero.blogspot.com.es/2014/06/si-una-autonomia-o-una-gran-ciudad.html
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