"Noviembre de 2016: el CIS le daba a Unidos Podemos un 21,8% de votos y al PSOE un 17%. En
este contexto, un Pablo Iglesias absurdamente eufórico declaraba en el
Congreso que la investidura de Rajoy no significaba otra cosa que el
epílogo del “régimen del 78” representado por PP, PSOE y Ciudadanos y el
inicio de la futura e inevitable victoria de Unidos Podemos.
En aquel momento, tuve el valor de hacer de Casandra y publicar un artículo en este mismo blog con el elocuente título de “Unidos Podemos va camino del fracaso, aunque no lo parezca“
Hoy el CIS ha publicado una nueva
encuesta en la que le otorga al PSOE el 29,9% de los votos y a Unidos
Podemos el 15,6%. Es sólo una encuesta, sin duda, pero que tiene la
preocupante característica de ir exactamente en la misma dirección que
el resto de las publicadas
Es por eso que hoy reivindico con más
fuerza las tres tesis que resumían el citado artículo de hace dos años y
que reproduzco literalmente:
– “Que los dirigentes de Unidos
Podemos se equivocan al intentar seguir movilizando a electores y
militantes fingiendo ignorar el avance conservador y castigando nuestra
inteligencia con el anuncio de victorias y cambios inminentes que jamás
llegan a producirse. Esta técnica, que funcionó perfectamente como
motor de arranque de Podemos en 2014, ya ha perdido casi todo su efecto
tras este nefasto 2016 y la investidura de Rajoy.
– Que primar los discursos y “relatos
atractivos” en vez de una política seria, coherente y pegada al
terreno ha impedido hacer una lectura adecuada de los resultados
electorales, nos ha llevado a importantes errores tras el 20D y el 26J y
también en el análisis de lo que significa la investidura de Mariano
Rajoy.
– Que UP se ha quedado a medio camino
en el giro hacia una nueva política (de aquí nuestros errores) y que,
por tanto, es necesario cambiar en diversos ámbitos muy esenciales“
No voy a desarrollar aquí los cambios a
realizar porque los expuse en otro artículo que tocaba cuestiones de
línea política, alianzas con otros partidos, democratización política,
etc y que podéis consultar en el siguiente enlace: “Una nueva política (de verdad) para desatascar la izquierda”
En realidad, este artículo de hoy no
tiene por objeto reiterar lo ya escrito (aunque sí reivindicarlo) sino
dotar de credibilidad a una frase del artículo de noviembre de 2016 :
“Mi convicción es que hoy estamos más lejos de este objetivo [el cambio de la política y la mejora de las condiciones de vida de la gente] que
hace un año y que, si no se produce un cambio de rumbo en nuestra
acción política, la situación irá a peor y, finalmente, el proyecto (Unidos Podemos) se fragmentará“.
En mi opinión, “el proyecto se fragmentará“,
en efecto, si se consolida este 15% que auguran las encuestas porque
todos los proyectos tienen un umbral de pérdida de confianza electoral a
partir del cual se fragmentan y, en el caso de Unidos Podemos, es
fácil que este umbral se sitúe en torno al 15% que indican las encuestas
están indicando.
¿Por qué? Pues porque UP tiene tres
fragilidades:
1) es la casa común de confluencias muy diversas
2)
porque tanto Podemos como IU tienen diferencias internas importantes y
3) porque UP descansa sobre un elemento emocional – el famoso “Sí se
Puede” – que se vuelve en contra de quienes lo invocan cuanto más
evidente es que no se puede y que, probablemente, no se podrá.
Claro que no hay por qué preocuparse: a lo mejor en este caso sí que me equivoco" (grosske, IU, la izquierda unida y más, 15/07/18)
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