"(...) Los bancos y las empresas turcas están en graves problemas. Los pasivos
en moneda extranjera de las empresas no financieras de Turquía ahora
superan a sus activos en divisas en más de 200 mil millones de dólares.
Los bancos y las empresas del país tienen que hacer frente a miles de
millones de dólares de deuda en divisas que vencen. Los bancos de
Turquía deben pagar 51.000 millones de dólares el próximo año, mientras
que los restantes 18.500 millones corresponden a las empresas no
financieras. Estos pagos vencen en un momento en el que el endeudamiento
de las empresas alcanza el 62 por ciento del PIB y la mitad de esas
deudas es en moneda extranjera (dólares y euros, en su mayoría).
A los inversores extranjeros les preocupa que Turquía no sea capaz de
financiar esos pagos. En relación con su deuda externa a corto plazo,
las reservas de divisas de Turquía han caído a nuevos mínimos.
La preocupación esencial para el capital global es que si los bancos y las
empresas de Turquía dejan de pagar el servicio de su deuda, los bancos
europeos podrían sufrir pérdidas significativas en sus propios balances -
lo que los mercados llaman ‘contagio': la extensión de las pérdidas y
las bancarrotas a nivel internacional.
Algunos de los bancos de Turquía
son de propiedad extranjera y los mayores prestamistas de Turquía son el
BBVA de España, UniCredit de Italia y el francés BNP Paribas. (...)
¿Cómo puede Erdogan zafarse de este desplome de la lira turca? La
solución capitalista es subir los tipos de interés de forma astronómica
para bloquear nuevos préstamos. El gobierno debería recortar
drásticamente el gasto público y aumentar los impuestos (es decir, la
austeridad fiscal) y utilizar el 'ahorro' para rescatar los bancos y
cumplir con los pagos de la deuda externa. Turquía también debería
recurrir al FMI para un préstamo, al estilo griego.(...)
Según las reglas del
FMI, podría pedir hasta 28 mil millones de dólares para financiar
futuros pagos de la deuda, pero quedaría sujeto a los dictados de las
medidas de austeridad del FMI. Esta solución capitalista significaría
una fuerte crisis de la economía turca, que golpearía a los ciudadanos
turcos y dañaría seriamente el apoyo de Erdogan en el país.
El
gobierno podría introducir controles de capital y bloquear cualquier
salida de capital del país. Pero esto significaría que los prestamistas
extranjeros dejarían de prestar, llevando a la economía a una depresión
de todos modos. O Erdogan podría tratar de obtener financiación de
Rusia, China o Arabia Saudí (como Pakistán acaba de hacer).
Desafortunadamente para él, no tiene las mejores relaciones con estos
países.
Erdogan se resiste a todas estas opciones por el momento,
pidiendo a sus seguidores que “confíen en Dios” y él.
El mayor
problema es la creciente crisis de la deuda de las economías emergentes.
Esto es lo que escribí en mayo después de las elecciones generales en
Turquía: “El aumento de las tasas de interés mundiales y la creciente
guerra comercial iniciada por el presidente de EEUU, Donald Trump, van a
golpear a las llamadas economías capitalistas emergentes como Turquía.
El coste de los préstamos en moneda extranjera va a aumentar mucho y es
probable que se frene la inversión extranjera ... ..Turquía está en
primera fila para sufrir una crisis de la deuda, junto con Argentina
(donde ya ha estallado), Ucrania y Sudáfrica “.
Así que la cosa ira a peor." (Michael Roberts
, Sin Permiso, 12/08/2018)
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